El Banco Santander interpuso ante el 1° Juzgado Civil de Santiago una tercera demanda contra Iván Zamorano, quien ya enfrenta dos acciones civiles presentadas por el Banco BCI por $1.669.029.728  e Itaú por otra gran suma ($301.000.000)
En esta oportunidad, la entidad bancaria busca que el ex futbolista pague una deuda que asciende a los $105.500.000.

De acuerdo a la acción judicial, la firma del Inca Sociedad de Inversiones Limitada -representada por el ex deportista- no habría cancelado las cuotas comprometidas desde junio de este año.

La demanda también  involucra a las empresas de Zamorano que son representadas por Wilson Enrique Flores Cariz, cuñado del ex capitán de la Selección Chilena de fútbol, a quien también se le presenta como deudor.

En 2011, Iván Zamorano debió enfrentar una situación similar ante un proceso judicial por cerca de $650 millones.

En esa oportunidad, Juan Rodolfo Ulloa Vilarín, dueño del centro de salud que operaba al interior de la Ciudad Deportiva, acusó al ex futbolista de incumplimiento de contrato en una demanda arbitral presentada ante el Centro de Arbitraje y Mediación de Santiago de la Cámara de Comercio.

Según detalló Ulloa a este medio, “Zamorano no respetó los términos acordados entre las partes” que tenían relación con la exclusividad de su clínica al interior del campo deportivo y con deficiencias en las instalaciones facilitadas para que funcionara el centro Ciencia, Entrenamiento y Salud S.A.

“Este señor me echó abajo una empresa y tuve que despedir, además, a 30 personas por ello”, señaló el ingeniero.

La causa, finalmente, terminó en abril pasado luego que Zamorano, tras ser condenado, debió desembolsar $180 millones al afectado, pago que fue cancelado en cuotas, según afirma Ulloa Vilarín.