Van Rysselberghe se impone como gran triunfadora, según encuesta a horas de las elecciones UDI 2018
A horas de las elecciones internas de la UDI, DiarioChile.com ha realizado una nueva encuesta, a fin de analizar la intención de voto luego de que las elecciones de hayan tenido que repetir por un error técnico de la empresa contratada para la realización de un proceso digitalizado.
Los 779 lectores que respondieron nuestra encuesta a lo largo del país y eventualmente militantes UDI, el 58,79% (458 votos -aproximado a 59%) asegura que votaría por la actual presidenta, contra un 35,17% (274) para el diputado Javier Macaya. Un 6% asegura estar indecisos respecto a su voto o no quisieron responder, equivalente a 47 personas. (Decimales fueron aproximados )
Esta vez, se volverá al sistema tradicional del papel y lápiz, para definir los destinos del partido de los gremialistas y fundado por el asesinado senador Jaime Guzmán Erráruriz.
Con el paso de los días y tras extenderse la campaña al interior del partido, las diferencias entre Jacqueline Van Rysselberghe y Javier Macaya, se han incrementado y el destino de la UDI está muy en juego respecto a los valores y principios fundacionales representados por la actual presidenta o un cambio de rumbo hacia una centro derecha cercana a un concepto tipo “Evopoli”, representada por Macaya.
Todo indica que aunque el carácter y firmeza de Van Rysselberghe al momento de defender la historia del partido e incluso confirmar que volvería a votar que SI, reafirman sus convicciones de respeto al pasado histórico el partido y mantiene a la UDI como un partido de derecha auténtica, postura que le estaría dando un nuevo triunfo en las urnas, logrando representar de mejor forma el sentir de las bases del partido, el cual eligirá a su líder bajo el sistema “cada militante equivale a un voto”.
Van Rysselberghe al ganar la elección, reafirmará su liderazgo y será clara demostración de que la UDI seguirá siendo la UDI de verdad y no una “evolución extraña” que algunos ex líderes buscan imponer, olvidando su pasado e intentando estar bien con Dios y con el Diablo.
Macaya, es un candidato débil desde el punto de vista de la experiencia política y no tiene influencias suficientes en el mundo político, como tampoco en el Gobierno, lo cual lo hace aún una persona algo “desconocida” y con pocas opciones para liderar un partido que requiere de liderazgos potentes para lograr mantenerse como un partido de gobierno que pueda mantener influencia en el ejecutivo.