US$ 10.000 millones de inversión proponen sumar 125 kilómetros al Metro
Esta inyección de capital da la posibilida de obtener los estándares de ciudades OCDE en temas de cobertura de trenes subterráneos.
Dos ramales, cuatro nuevas líneas y seis extensiones de la red de Metro es la propuesta que la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y la Universidad Diego Portales (UDP) recomendaron para que Santiago esté a la altura de los estándares de cobertura de las ciudades OCDE.
Sería duplicar la red, sumando 125 kilómetros nuevos de tren subterráneo hacia el año 2030, con una inversión de US$ 10.000 millones. Como referencia, cuando se inauguren las líneas 3 y 6, Metro totalizará 140 km.
Según explicó el director de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UDP, Louis de Grange, durante el seminario “Ciudad Somos Todos” en el marco de la Semana de la Construcción, este plan permitiría reducir en una hora diaria los tiempos de viaje de “dos millones de personas que residen en las comunas periféricas más vulnerables de la capital, con lo que ellos podrían contar con 20 horas mensuales “adicionales”, lo que equivale a 14 días al año, similar a la cantidad de vacaciones legales de la gran mayoría de los chilenos”.
De Grange propuso obtener los recursos necesarios a través de los activos del Estados en concesiones, recordando que actualmente se perciben más de US$ 37.000 millones por este concepto, que “no se están usando”. Debido a ello, pidió “voluntad política” y crear una nueva institucionalidad para administrar estos dineros: la Corporación de Fomento de la Infraestructura, una “institución fuerte y con estructura similar a la del Banco Central, que trascienda a los gobiernos”.
“Claramente existen dos estándares de transporte público para quienes no tienen o no pueden usar a diario un automóvil. Invertir en Metro es invertir en un servicio de calidad, que tiene la gran virtud de ofrecer a todas las personas la posibilidad de cubrir una determinada distancia en tiempos similares, sin importar dónde habiten, ni su nivel de ingresos. Eso es clave cuando se habla de una ciudad más integrada y equitativa”, dijo.
“Las nuevas líneas mejorarían los tiempos de viaje de quienes actualmente utilizan Metro, al descongestionar las líneas existentes. Lo mismo ocurriría con las calles, debido a que al aumentar el uso del tren urbano disminuiría la utilización de buses y automóviles, lo que mejoraría el tiempo de desplazamiento en las vías y liberaría espacio público que debiera ser destinado a lugares de encuentro para la población”, precisó el especialista.
Fuente // Diario Financiero