LA TEORÍA CONSPIRATIVA

La teoría conspirativa nace con el hombre, es más, no hay escrito antiguo o clásico que no se refiera a ella, en que además se la visualiza, como la gran causante de los procesos más importantes de la historia, los episodios o eventos, resultan ser solo coyunturales y accidentales y son siempre producto de una proyección de ideas o caldo de cultivo anterior.

Nadie podrá negar que “la Toma de la Bastilla” es una excusa perfecta para identificar el estallido social, sin embargo, ya hacía décadas que las ideas de la Revolución Francesa, se gestaban por parte de los enciclopedistas en los salones de toda la burguesía y la aristocracia francesa, incluyendo ni más ni menos, el salón de la amante del rey Luis XV, madame de Pompadour´, es decir al alero del Rey, se gestaba la destrucción de la monarquía absoluta.

Ejemplos cómo el anterior tenemos cientos de miles en la historia, por citar algunos:  el acuerdo fatídico de los Fariseos con Judas, La conspiración de los Boyardos contra Iván el terrible o el aún no aclarado del todo, asesinato del Presidente Kennedy… en fin podríamos estar citando y citando.

 Junto a la pandemia, ha llegado hasta nosotros, el mejor escenario para especular “planetariamente”, sobre el complot, pues de ser ciertas algunas de las famosas teorías que circulan, estaríamos frente a más grande y aterradora mega conspiración que haya vivido la humanidad.

De todas las que he leído, las más recurrentes dicen relación a un planificado ataque de los partidarios de la “globalización” y por tanto de un gobierno mundial, centralmente tecnificado, llamado además  a controlar a toda la tierra; frases como: instalación de chips de control sanitario, reducción de la población de más edad, fin de las fronteras de los estados, información clasificada para todos, inmigración forzosa…etc. se unen a  agendas que van aun, mucho más lejos; destrucción de la familia cómo núcleo base de la sociedad, destrucción de las religiones, para crear un sólo culto que obligue a una agenda, promotora entre otras medidas, del control totalitario de la natalidad, del aborto y la eutanasia, primero electiva y luego obligatoria. En fin, suena aterrador y más aún los nombres que se mencionan tanto por la prensa, los cuales no citaré, porque todo lector ya los ubica.

Los Estados y gobiernos han parecido verdaderas marionetas dentro de éste supuesto entramado, qué de ser cierto, nos tendría, al borde de colapso sin reversa.

Los creyentes tenemos una gran ventaja, sabemos que cualquier conspiración puede ser detenida y destrozada por el Creador, no importa el poder, las fortunas, ni los ejércitos con que cuenten.

 Las buenas y sensatas personas, pero que no creen, buscarán una forma de reacción y por ello no descarto el nacimiento de grupos, corrientes de opinión, partidos políticos e incluso gobiernos, que se atrevan a enfrentar a tan poderosas fuerzas… (claro, todo lo anterior, en el supuesto de que exista una conspiración a escala mundial).

Finalmente ¿Usted qué cree?