Suspenden en Chile la mina Pascua Lama
Lo decidió la Justicia a pedido de comunidades indígenas ante lo que denuncian como situación de “inminente daño ambiental”.
La justicia chilena paralizó la construcción del proyecto Pascua Lama, de la canadiense Barrick Gold, en la frontera de Chile y Argentina, una de las más grandes minas de oro del mundo, al aceptar un reclamo de comunidades indígenas, informó el tribunal.
La paralización fue adoptada por la Corte de Apelaciones de Santiago, al acoger una “orden de no innovar” presentada por comunidades indígenas diaguitas en contra del proyecto, por no cumplir varias medidas de mitigación de la resolución ambiental, de acuerdo al dictamen.
La medida, adoptada por el tribunal a última hora del martes, paraliza las obras mientras se resuelve el fondo de la acusación, que busca paralizar definitivamente el proyecto alegando daño ambiental.
En la presentación de las comunidades diaguitas, una pequeña etnia asentada en el norte de Chile, se afirma que las obras del proyecto “han generado una situación de inminente daño ambiental sobre los recursos hídricos del río Estrecho”.
“No nos extraña para nada y nos parece bien que se haya podido, a través de un organismo judicial, suspender faenas mientras Pascua Lama cumpla efectivamente con todos los cargos que la Superintendencia de Medioambiente ya le había hecho”, comentó el ministro del Interior, Andrés Chadwick.
“Mejor suspender y que ahora ellos se aboquen a reparar todas las situaciones que aún no han terminado en el proyecto Pascua Lama”, agregó el ministro.
Pascua Lama es el primer proyecto minero binacional del mundo y consiste en desarrollar una mina que comparten Chile y Argentina. El proyecto contempla la construcción de una mina de oro a cielo abierto, ubicada a más de 4.000 metros de altura en la frontera de Chile con Argentina. De lado chileno, el proyecto se ubica en la provincia del Huasco, región de Atacama, prolongándose en la provincia argentina de San Juan.
Barrick ha estimado como fecha de inicio de producción el segundo semestre de 2014, tras una primera inversión de 8.000 millones de dólares y otra de 8.500 millones. Las obras en este momento están en la fase de retiro de material para la creación del gigantesco foso que albergará la mina.
“Creo que en este caso el grado de incumplimiento es de tal magnitud que el ministro del Interior está consciente de ello”, señaló el abogado que representa a las comunidades indígenas, Lorenzo Soto. “Hoy día está en fase se construcción y ha sido la fase de construcción la fase que detectó esta situación (de daño ambiental)”, agregó el jurista.
El proyecto, cuya ejecución está planeada desde al menos una década, ha sido fuertemente resistido por grupo ambientalistas tanto en Chile como Argentina, sobre todo por el daño a los glaciales milenarios ubicados en las inmediaciones de la faena minera.