Publicado En: Mie, may 29th, 2013

Rusia desafía a Europa y le da mayor poderío militar a Siria

Enviará a Damasco los misiles S-300, uno de los sistemas de defensa y ataque más modernos del mundo. Ocurre luego de que Europa decidiera levantar el embargo de armas a los rebeldes sirios.

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Francia y Gran Bretaña consiguieron que la Unión Europea (UE) autorizara el envío de armas a los rebeldes sirios mientras mantiene sanciones sobre el régimen de Bashar Al Assad. Pero, en la práctica, ni uno ni otro están dispuestos a armar a los rebeldes inmediatamente sino forzar a través de esta amenaza al régimen sirio a sentarse a la mesa de negociaciones. Lo cierto es que la maniobra disparó la reacción rusa, que anunció su propia movida para volver a equilibrar el tablero.

Moscú, el mayor aliado de Damasco, no sólo rechazó la decisión de la UE sino que la consideró un “perjuicio directo” sobre los esfuerzos de una próxima conferencia internacional en Ginebra, organizada por ellos y EE.UU. Después del anuncio del levantamiento parcial del embargo, el Kremlin confirmó que enviará los misiles tierra-aire S-300 a Siria“como un factor de estabilización” y buscando disuadir una intervención extranjera. No son sólo cohetes. Los S-300 son la joya de los arsenales rusos y es un arma considerada como el sistema de defensa más moderno y autónomo disponible en el mundo. También lo fabrica China, el otro aliado sirio, con licencia rusa pero que está desarrollando su propio sistema dentro de la misma línea tierra-aire.

“Medidas de esta naturaleza disuaden en gran medida ciertos espíritus incendiados que buscan escenarios en los que el conflicto tomará una atmósfera internacional con la intervención de fuerzas extranjeras”, advirtió el vicecanciller ruso Serguei Riabkov.

El envío ruso incluye cuatro baterías de misiles S-300, seis rampas de tiro y 144 misiles de un alcance de 200 kilómetros por al menos 900 millones de dólares. También impedirán ataques aéreos, zonas de exclusión aérea o una intervención para desmantelar las armas químicas.

Entretanto, un vocero del premier británico David Cameron aclaró que “el gobierno no ha tomado la decisión” de armar a los rebeldes. “La visión del premier es que es correcto tener la flexibilidad para responder si el régimen de Al Assad rechaza negociar. Lo que estamos haciendo es enviando una señal, alta y clara, al régimen”, dijo. Después de 12 horas de negaciones en Bruselas y ante la oposición a tocar el embargo por otros Estados del bloque europeo como Austria y República Checa, los franceses y británicos obtuvieron su objetivo. Fue poco después de conocerse el uso de gas tóxico denunciado por enviados del diario francés Le Monde, que lo presenciaron en los alrededores de Damasco.

Con la rebelión en Siria en manos de salafistas aprovisionados por Qatar y Arabia Saudita en esta guerra que involucra a los dos estados de mayoría sunnita contra el régimen shiíta de Irán, socio de Damasco, a Francia y a Gran Bretaña les preocupa enormemente que el país árabe acabe bajo control del integrismo. Batallaron durante meses para entregar armamento a la oposición moderada y equilibrar las fuerzas en el seno de la rebelión. Pero, al mismo tiempo, no cuentan con los fondos cuantiosos de Qatar y los sauditas para financiar la guerra en Siria ni pueden permitirse ofender a las monarquías del Golfo.

Los dos ataques terroristas en Gran Bretaña y Francia contra soldados en la calle por salafistas solitarios preocupan a sus gobiernos. El ministro de Interior francés, Manuel Valls, advirtió que al menos 30 fanáticos de los que pelean en Siria regresarán “entrenados a Francia”. La misma inquietud tiene el gobierno británico con varios jóvenes nacidos en el reino, con doble nacionalidad o convertidos al ultraislamismo combatiendo entre los rebeldes sirios pero del lado de los fundamentalistas. La falta de ayuda a los moderados radicaliza hacia el integrismo el movimiento contra la dictadura de Assad, con el riesgo de que se vuelva impopular entre los propios sirios por actos de salvajismo.

“La Unión Europea ha decidido poner fin al embargo de armas para la oposición siria y mantener las otras sanciones contra el régimen sirio”, dijo el canciller británico William Hague, al final de la reunión en Bruselas. “Esto es lo que deseaba Gran Bretaña” y lo que, además, “envía un “mensaje muy fuerte de Europa al régimen de Assad” insistió. Con todo, el levantamiento no implica el envío inmediato de armas.

La “tardía decisión” europea no calma a los rebeldes sirios, que quieren defenderse de las masacres de Assad. “ ¿Para qué esperar aún dos meses más?

Para que el pueblo siga aún siendo víctima del genocidio”, se quejó Kassem Saadeddine, portavoz del comando superior del Ejército libre de Siria, con base en Turquía.

Para completar esta trama que afecta ya a Líbano, con la participación de Hezbollah en los combates a favor de Assad, Israel amenazó con intervenir si Rusia entrega aquellos misiles. “Si llegan, nosotros sabremos qué hacer”, alertó el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon. El premier Benjamin Netanyahu no pudo convencer en Moscú el 14 de mayo a Vladimir Putin de no enviarlos y lo alertó del peligro de que cayeran en manos de Hezbollah.