Michelle Bachelet, la presidenta peor evaluada durante su mandato, pretende seguir robando portadas con llamativos homenajes que buscan armar todo un operativo de lavado de imágen, tras su inoperante gobierno. Bachelet no logró nada positivo ni especial para Chile. En materia econíomica, su gobierno fue un mandato cargado de nuevos impuestos, restricciones, corrupción y donaciones millonarias a fundaciones promotoras del allendismo.

Bachelet, tuvo un gobierno de divisiones, polarización y un fallido intento de izquierdizar al país. Bajo  su mandato, subió radicalmente el costo de vida paratodos los chilenos; con sus impuestos a las viviendas nuevas, produjo una burbuja inmobiliaria que llevó a duplicar precios de algunas viviendas y permitió a corredores inescrupulosos, el pretender generar un ambiente casi como si fuera un país con alta inflasión. Además, se detuvo radicalmente la inversión en ese sector.

Chile, perdió su sitial de país de confianza y por primera vez en años y  la gente comenó a sentir incertidumbre en todo aspecto, tanto en seguridad ciudadana  como en inversión del grupo familiar e individual. Incluso, llegamos a la vergüenza de ver a Bachelet apareciendo en revistas internacionales como una mandataria relacionada con la corrupción, tras el triste espectáculo de su nuera e hijo.

El juicio histórico recordará a  Michelle Bachelet, como la mandataria que hizo todo lo posible por lograr el aborto y conceptos de destrucción del conservadurismo valórico. No conoció el diálogo político; no escuchó la opinión de nadie y menos de sus socios de coalición, logrando una gran derrota electoral debido a su egocentrismo y sobre auto valoración. Los únicos que se sintieron verdadramente empoderados en  su administración, fueron los comunistas, quienes sin dudas, influueron como maleza, en La Moneda.

Creo que es hora que la ex mandataria socialista marxista deje gobernar al nuevo gobierno, el que deberá administrar el país con recortes fiscales  y absoluta austeridad, para revertir la brutal deuda con la que dejó al Estado y la cual pretendió ocultar durante su mandato. En pocas palabras, fue una pésima  administrtadora de los fondos públicos. A mi criterio, debería incluso ser enjuiciada por manejar tan mal los dineros de todos nosotros, los chilenos.

Rodrigo Eitel

Presidente  Centro de Estudios Chile Desarrollo