Por primera vez en España se hace un cambio sin vencedores ni vencidos; El Rey Juan Carlos,  es la primera autoridad que es despedido por líderes de todos los colores políticos. Un Rey humano, que ha cometido errores, que  pide perdón ante todo un país; un rey  simple y que ante su error, no duda en abdicar.

Su entereza  recibe un clamor popular gigante y tras su abdicación, su figura  comienza a subir radicalmente en las encuestas y a recibir todo el aprecio de España que hoy reconoce la gran labor que realizó en la transición y estabilización de la democracia.

España viva una sucesión normal en la Jefatura de Estado, no una transición a nada como dicen las autoridades Españolas. Este cambio de Jefe de Estado significa una estabilidad democrática que muestra la altura institucional española y la plena normalidad de las instituciones.

En Madrid se encuentra todo preparado para una coronación austera, tal como ha querido el nuevo Rey Felipe VI, evento que ni contará con invitados internacionales. Será breve,  sencillo y austero. Luego habrá un recorrido real por las calles madrileñas, para posteriormente mantener plena normalidad de la vida institucional española.

Con la firma de la ley de abdicación que se produce en la jornada de hoy, Juan Carlos de España, habrá realizado su último acto como Jefe del Estado.

Las tiendas y locales comerciales comienzan a vender cantidades de imágenes, platos y recuerdos que llevan estampada las fotos de la realeza, comenzando una verdadera Fiebre Monárquica.

A la media noche de hoy miércoles, Felipe VI será el nuevo Rey legamente. Chile también despide a un monarca amigo de Chile.