México hizo lo imposible para evitar la subasta de arte precolombino en Francia, en el que la mayoría de las piezas pertenecían a este país, pero de igual forma se realizó, logrando un remate 1.2 millones de euros.

De las 120 piezas puestas en la subasta de la casa Millon, 95 pertenecen al patrimonio cultural de México, y de acuerdo a su embajador en Francia, Juan Manuel Gómez Robledo, este tipo de eventos propician al tráfico ilegal, imitación y delincuencia trasnacional organizada.

Pese a los intentos, la subasta no fue cancelada, siendo dos piezas mexicanas las que alcanzaron el mayor precio de venta.

La primera fue “Chalchihutlicue”, diosa del agua, tallada en piedra volcánica, que alcanzó un valor de 377 mil euros, es decir, casi 300 millones de pesos, pese a que su precio estimado de venta era de entre 40 a 60 mil euros.