La Reina está en Nueva York como hace tiempo se estableció en su agenda oficial. La abdcación de S.M. el Rey Don Juan Carlos, no ha cambiado sus planes. Está dispuesta a cumplir con su trabajo hasta el final, fiel a su compromiso con la Corona. Ha llegado para ponerse al frente de una intensa campaña para que España se haga con un asiento rotatorio en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Doña Sofía, que no es habitual que haga declaraciones, ha roto el protocolo para transmitir unas palabras de tranquilidad y normalidad a los periodistas. “Me encuentro igual que antes. Todo va a seguir igual. La continuidad es mi hijo, que ya está al tanto de todo. No hay ningún problema con el cambio”, ha declarado. De esta manera, la Reina ha explicado que el relevo en la Corona no va a suponer ningún vaivén en la institución, que el heredero está preparado y que todo el proceso está medido calculado.

Doña Sofía, a quien le une una especial relación con su hijo, vive, además, con emoción el momento para el que don Felipe fue educado, una formación que ella misma ha supervisado. Por eso asegura: “Estoy totalmente tranquila”.

En estos días y mientras se decide el tratamiento de doña Sofía cuando se produzca la abdicación, ella ha quitado hierro al asunto.

—¿Qué prefiere, que la llamen reina madre o madre del Rey?

—Llámenme lo que quieran.

Luego ha llegado una pregunta sobre la Princesa, su sucesora.

—¿Qué le recomienda a doña Letizia?

—Que siga igual que está. Ella es muy competente, encantadora, y la quiero mucho.

También ha escuchado una última pregunta más complicada.

—¿Le preocupa la posibilidad del referéndum?

—No entro en esto.

Luego doña Sofía ha retomado su jornada de trabajo. Ha participado en la apertura de la junta ejecutiva de Unicef, que centró su primer debate en el estado de la infancia en África, un continente al que ha dicho sentirse muy próxima, y que tiene mucho peso en el seno del organismo y será clave en el reparto de votos. Las batallas para ocupar uno de los 10 asientos rotatorios en el Consejo de Seguridad son cada vez más reñidas. España disputa con Turquía y Nueva Zelanda uno de los puestos reservados a Occidente, que se libera para 2015 y 2016. El presupuesto es muy limitado y por eso se moviliza el mejor activo diplomático. La Reina ha intervenido como invitada en la apertura de la sesión anual que promueve los derechos de la infancia. El debate inicial ha girado en torno a la sostenibilidad y ha desarrollado en África, desde una perspectiva centrada en los niños. Doña Sofía, que es presidenta de honor de la Fundación Unicef Comité España desde 1971, ha hablado de los logros conseguidos durante las últimas décadas, como la Convención de los Derechos del Niño. “Pero sabemos que aún queda mucho por hacer para que este instrumento tenga su máxima efectividad”.

Ha destacado asimismo el “compromiso y la solidaridad” de la sociedad española con la infancia en todo el mundo. “Ha sido particularmente activa durante las crisis que han afectado a la población infantil en distintos países, como Haití, Filipinas y otros Estados de Oriente Medio y África”, ha señalado. España, ha recordado, es uno de los “más firmes apoyos y principales donantes” de Unicef, cuya labor fue reconocida con el príncipe de Asturias en 2006. La última vez que España estuvo en el órgano que vela por la paz mundial fue entre 2003 y 2004. La votación está prevista para el 14 y 15 de octubre. Para conseguir el asiento se necesita el apoyo de dos terceras partes de los votos de la asamblea general.

También la Reina ha tenido palabras para las niñas secuestradas en Nigeria. “Quiero decir a sus padres que sus hijas son nuestras hijas, su dolor es nuestro dolor y su esperanza es la nuestra”, dijo.