Los padres de los jóvenes chilenos Felipe Osiadacz y Fernando Candia, quienes permanecen detenidos en Malasia desde agosto del año pasado, piden insistir en las gestiones para que Cancillería logre que sus hijos puedan ser vacunados contra la malaria, la fiebre amarilla y la hepatitis.

Lo anterior, debido al riesgo inminente de contraer este tipo de enfermedades en medio de las condiciones carcelarias en las que se encuentran y que su estado de salud se deteriora diariamente. Además, a la fecha no han sido incluidos en la campaña de inoculación local que parte por los presos nacionales.

El requerimiento está siendo tramitado por el abogado Juan Carlos Manríquez -quien asesora al senador Francisco Chahuán, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores de la cámara alta y que está prestando ayuda a los chilenos- luego que la solicitud cobrara fuerza tras la reunión que el jueves sostuvo con los familiares de los jóvenes y el ex presidente de la República, Eduardo Frei.