Por discrepancias con equipo de Bachelet, renunció director de SECOM. Se enteró por la prensa de campaña de la “chapita” de 148 millones.
La discrepancias con la jefa de gabinete de la Presidenta, Ana Lya Uriarte, por la campaña “Todos x Chile” que se desplegó para acompañar el consejo de gabinete extraordinario que encabezó la Mandataria el viernes, fue lo que gatilló la decisión del subdirector de la Secom, Carlos Correa, de renunciar de manera indeclinable a sus funciones.
Así, dicha instancia, clave en el manejo comunicacional de toda La Moneda y el Gobierno, más aún en momentos en que la administración bacheletista enfrenta la tarea de asumir la priorización del programa, queda totalmente descabezada, ya que desde el 10 de marzo, cuando se le pidió la renuncia a la mítica directora Paula Walker, el ingeniero llevaba las riendas de la estratégica oficina.
Fue notorio el viernes el despliegue de la campaña “Todos x Chile”, que con una gigantografía fue el telón de fondo de la maratónica reunión de ese día, más las chapitas que desde Bachelet y todos sus ministros lucieron en la solapa. Dicho eslogan es responsabilidad de la publicista Piedad Rivadeneira, que se adjudicó por vía directa la tarea, con un pago de 50 millones de pesos.
El conflicto se gatilló porque la Secom, encargada por ley de la difusión del Gobierno, se enteró por la prensa de la campaña y que Rivadeneira había sido la encargada, quien había trabajado en campañas de la coalición oficialista, y porque ese mismo eslogan es el que se utilizó para la campaña presidencial de Eduardo Frei Ruiz-Tagle el año 2009.
En Palacio explicaron que el conflicto de la Secom fue con Uriarte, quien habría decidido marginar a la Secretaría de Comunicaciones de esta estrategia, la cual llevaba días preparándose en silencio y sin conocimiento de Correa.
Tras la salida de Walker, el renunciado director de la Secom ha llevado las riendas de la instancia por más de 100 días, ya que hasta la fecha La Moneda no ha resuelto definir un nombre para ese cargo. Se suponía que con la salida de la Segegob de Álvaro Elizalde y la llegada de Marcelo Díaz, el panorama se iba a decantar, pero a dos meses del cambio de gabinete aún no hay un nombre zanjado.
La salida de Correa refleja el nivel de tensiones internas que hay en La Moneda por la forma en que se ha manejado y asumido la decisión de morigerar el programa de Gobierno debido al complejo escenario económico, que ha generado ruido intenso en las huestes oficialistas por lo que implica un giro hacia un estilo moderado y ajeno a la promesa de la Nueva Mayoría.