Peñailillo llama a La Moneda a decir la verdad y reconocer que sí hubo pre campaña
Rodrigo Peñailillo, junto a Enrique Correa se encuentran preparando la estrategia para enfrentar los interrogatorios a los personeros involucrados en la entrega de boletas a la sociedad Asesorías y Negocios SpA de propiedad de Giorgio Martelli en los años 2012 y 2013.
Se verá un desfile de personajes de la llamada ” G90″ y personeros vinculados a la Nueva Mayoría, como es el caso del ex director del Servicio de Impuestos Internos (SII) Michel Jorratt, entregó 14 boletas de honorarios a la sociedad creada por el ex recaudador de campañas, por un total de $ 15.555.554.
Según señala La Tercera, Giorgio Martelli reconoce haber cancelado en esos dos años más de 327 millones de pesos a 26 personas. Sin embargo, el dinero provenía de empresas, entre ellas SQM Salar.
Martelli reconoció además que su empresa tuvo como única finalidad recaudar dineros para la campaña presidencial de Bachelet.
Asimismo, el geógrafo y ex militante de la IC y del PPD dijo que no era el recaudador de los dineros, ni tampoco quien tomaba las decisiones más importantes respecto de a quién se le pagaba.
El siguiente paso del fiscal nacional, Sabas Chahuán, será corroborar esta información y, para ello, despachó a la PDI las citaciones a las 26 personas que figuran como emisores de boletas.
La próxima semana será clave y eso lo saben el socio de Imaginacción y ex ministro Enrique Correa y el ex jefe de la Secom Juan Carvajal, quienes establecieron el siguiente diseño político comunicacional: se supedita a lo jurídico, señalan fuentes de Imaginacción.
Fuentes cercanas al ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, aseguraron que la estrategia consistirá en que los trabajos que boletearon a Martelli formaron parte de la precampaña presidencial de Michelle Bachelet.
Afirman que tanto Peñailillo como Correa han enviado mensajes a algunos presidentes y dirigentes de partidos de la Nueva Mayoría, también a La Moneda, en orden a que es un error insistir en el discurso de que no hubo precampaña y que Bachelet no había autorizado a su ex hombre de confianza a organizar su retorno al gobierno mientras ella estaba en Nueva York.