Jorge Bergoglio llegará el 18 a Chile, en una visita que estará cargada de gestos políticos, en los cuales el presidente Sebastián Piñera queda excluido . La idea de esta gira va desde la decisión del Vaticano de concretar su llegada en este momento, con un Gobierno que está a semanas de terminar.

Al día siguiente de la segunda vuelta presidencial, durante la visita protocolar que le hizo en su casa la Conferencia Episcopal,   les planteó directamente a los obispos, liderados por el cardenal Ricardo Ezzati, su intención de reunirse con el Papa Francisco como presidente electo, sin embargo al parecer el mismo pontífice habría preferido    eludir esa posibilidad, debido a la amistad de Piñera   con Macri y porque el mandatariio chileno representaría un modelo neoliberal que es muy contrario a lo que Francisco quiere para el mundo. Ha sido muchas veces crítico de quienes gustan demasiado del dinero y la y la buena vida, es por ello, que no tiene “supuestamente” una buena relación con Macri, razón por la cual tampoco viajói a su propio país, demostrando ser un papa tozudo, llevado a sus ideas y discriminador, además de “demasiado político”.