Confiesa a unos jóvenes belgas que «sólo tengo miedo de mí mismo»

En una entrevista televisiva a corazón abierto con cinco jóvenes belgas el Papa Francisco se desahogó reafirmando su amor a los pobres: “Precisamente por eso, hace dos meses, una persona dijo: ‘¡Este Papa es comunista!’ ¡No! Esta es una bandera del Evangelio, no del comunismo. Es la pobreza sin ideología…”.

En la entrevista, difundida este viernes por la televisión belgaflamenca, el Papa reafirmó que “los pobres está en el centro del anuncio de Jesús. Basta leer el Evangelio. El problema es que, a lo largo de la historia, algunas veces esta actitud hacia los pobres ha sido convertida en ideología”.

El corazón del Papa no está sólo con los pobres sino también con los marginados, que ahora son millones, incluso en los países ricos. Respondiendo a las preguntas de los cinco chicos y chicas, entre los que había algunos no creyentes, el Papa les hizo notar que “en este momento de la historia, la persona humana ha sido arrojada a un rincón y se ha puesto en el centro el poder y el dinero”.

La situación a nuestro alrededor muestra que “hemos entrado en una cultura del desecho. Se desechan los niños y se desechan los ancianos mediante una falta de atención que es una verdadera eutanasia escondida. Se desechan también los jóvenes. En Italia, el desempleo de los menores de 25 años supera el 50 por ciento”.

«Sigo equivocándome»

Un joven le preguntó si había cometido errores, y el Papa le respondió que “me he equivocado y sigo equivocándome. Se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Cuando le piden un ejemplo concreto, lo revela sin dudar: “Fui nombrado superior de los jesuitas en Argentina cuando era muy joven. Tenía 36 años, y cometí muchos errores por autoritarismo. Después he aprendido que es necesario dialogar, ver lo que piensan los demás”.

El Papa Francisco se mueve por el mundo prácticamente sin escolta, y en un año no ha utilizado nunca el “papamóvil” blindado. Un joven le pregunta si tiene miedo de algo y el Papa responde inmediatamente con una sonrisa: “¡De mí mismo!”. Es decir, de no estar a la altura de su misión y de la confianza que los cristianos han puesto en él.

«Soy absolutamente feliz. Tengo una paz interior muy grande»

El Santo Padre añade que “en el Evangelio Jesús dice muchas veces ‘No tengáis miedo’. Lo dice tantas veces porque sabe que el miedo es algo natural. Todos tenemos miedos, pero no debemos preocuparnos por eso. Hay un miedo malo y un miedo bueno, que se llama prudencia. El miedo malo, en cambio, te bloquea, y ese debemos echarlo fuera”.

Al final del diálogo en la biblioteca privada, el camarógrafo le pregunta si es feliz. Francisco le sonríe y le responde: “Absolutamente. Soy absolutamente feliz. Tengo una paz interior muy grande. Es una felicidad que viene de la edad y del camino recorrido. A lo largo de toda mi vida, siempre he tenido problemas. Pero los problemas no impiden ser feliz”.