Nuevas pruebas irían dando claras señales de que fiscal acusador de señora K, habría sido asesinado
Horas antes de ser eventualmente asesinado, Alberto Nisman llamó “reiteradas” veces a Jaime Stiuso, el ex hombre fuerte de la Secretaría de Inteligencia al que el Gobierno acusa de estar detrás de la muerte del fiscal.
El dato, confirmado ayer por la fiscal Viviana Fein, agrega expectativa a la declaración testimonial que dará esta semana Stiuso. Es una audiencia que está rodeada de misterio. No trascendió qué día ni dónde declarará el espía y en la fiscalía dijeron a la nacion que cuidarán que sólo se sepa de la audiencia una vez que haya terminado. Tampoco se conoce el paradero actual de Stiuso. En un pedido que suma todavía más dramatismo, el Gobierno le sugirió ayer a la fiscal que le pusiera custodia. La hijas del espía ya están bajo protección de la Policía Metropolitana (ver aparte).
El comunicado de Fein que revela el resultado de los análisis sobre las líneas de teléfonos dice: “Del entrecruzamiento de los llamados telefónicos efectuados desde y hacia la línea Nextel a nombre de Alberto Nisman, se desprende que las reiteradas comunicaciones recibidas al abonado cuya titularidad se informó que corresponden al ingeniero Stiuso fueron efectuadas desde el número del fallecido fiscal”.
El miércoles pasado, Fein había confirmado a la nacion que se había detectado al menos una llamada entre Stiuso y Nisman poco antes de la muerte del fiscal.
Ahora aclaró que las llamadas que ella está analizando no las había hecho el espía. Fue el fiscal el que llamó. Fein nada dijo de la duración de las comunicaciones ni informó cuándo había sido la última. Sí aclaró que no tiene forma de conocer su contenido porque el informe en su poder sólo detalla “entrantes y salientes”.
La relación entre Nisman y Stiuso no era ningún secreto. El fiscal reconoció que para su investigación sobre el atentado a la AMIA se nutría de información de inteligencia que le proveía el entonces director general de Operaciones de la SI.
En declaraciones de ayer por la mañana, Fein confirmó que fueron los registros de llamadas los que la llevaron a disponer la declaración de Stiuso como testigo.
“Necesito ver la relación con Nisman, ver las comunicaciones últimas que tuvo con el doctor Nisman, por qué fueron las mismas (…) simplemente ver qué ha sucedido en ese contexto, qué se han dicho mutuamente, qué se ha solicitado hasta el día del lamentable fallecimiento”, explicó Fein a la radio La Red.
Advirtió además: “Me ayuda en lo que a mi causa me interesa. No en cuanto a la causa AMIA ni causas desmembradas de AMIA”. Y fue todavía más explícita en cuanto a los límites de su investigación: “Yo no voy a analizar la carrera profesional dentro de la SIDE desde 1972 hasta el día de hoy, para eso hay juzgados federales competentes”.
Las llamadas que llevaron a Stiuso hasta Fein fueron detectadas por la División Fraudes Bancarios de la Policía Federal, que la semana pasada le entregó un primer informe a la fiscal. Fuentes del caso relataron entonces que la llamadas fueron entre el Nextel de Nisman y un teléfono que integra una flota que tenía asignada Stiuso. El abogado designado por él, que también trabajó para la SIDE, Santiago Blanco Bermúdez, dijo a la nacion: “Stiuso tenía una flota de casi 100 teléfonos a su nombre”. Dejó ver así un probable argumento para tomar distancia del caso; es probable que Stiuso diga que con 100 teléfonos a su nombre, el de las llamadas con Nisman no era uno que usara él.
“Hay formas para saber si el teléfono fue usado por Stiuso. Por ejemplo se puede hacer un listado histórico de llamadas para saber con qué otros números se comunicó o solicitar el registro de las celdas y de las antenas para conocer dónde era utilizado con frecuencia”, afirmó el abogado, que dijo que Stiuso tenía “voluntad de declarar”.
El jueves, cuando se supo que Fein pretendía citarlo, Blanco Bermúdez fue a verla. Además de abogado del ex espía, a él lo une otro lazo con esta causa: fue el hombre que hace muchos años hizo entrar a Nisman a la Justicia. Blanco Bermúdez era secretario del juzgado de Morón en el que Nisman empezó como meritorio.
Pero la reunión no tuvo que ver con eso, sino con cómo declararía Stiuso. Ayer, ella anunció que se tomarán medidas para “resguardar la integridad del testigo”.
“Sucede que el secreto continúa independientemente de si se retiró de su cargo”, dijo el abogado. El 5 de enero pasado se hizo efectiva la jubilación de Stiuso. No fue una jubilación voluntaria. Después de más diez años de haber contado con él para asuntos sensibles, la Presidenta tomó la decisión de echarlo.