Nadie acepta que Piñera siga con la “sillita musical”, repartiendo el poder entre amigos. Por esa razón, una entidad que debiera ser no política, llega a ensuciarse con el último nombramiento de Piñera. Esta vez, su ex ministro y amigo Alberto Espina, a quien lo designó como director del Consejo de Defensa del Estado, tras haberlo sacado del ministerio de Defensa, ya que era un “ministro no querido” por parte de los uniformados. Resulta ser que tampoco es querido en el CDE ya que es un político y no cuenta con méritos para el cargo, por ello, abogados apoyados por funcionarios, han anunciado acciones para impedir el que se lleve a cabo la designación del personero.