“Mi mejor tenis está por venir, eso es lo que siento”. Roger Federer acaba de caer ante Rafael Nadal en las semifinales del Abierto de Australia. Sin embargo, en sus palabras no hay decepción. Es más, el suizo se oye confiado, como no lo hacía hace tiempo.

Y no es para menos, Federer deja Melbourne Park como el escenario de un nuevo récord. El actual seis del mundo logró ante Tsonga por la cuarta ronda del torneo el triunfo 930 en su carrera, superando a Guillermo Vilas en el tercer lugar entre los jugadores con más victorias en la Era Open.

El registro del helvético es impresionante. En 1.148 disputados, Federer posee un récord de 931-217. Es decir un rendimiento del 81,1% durante su carrera.

A pesar de que los registros de los que lo anteceden, Ivan Lendl (1.071 triunfos) y Jimmy Connors (1.253) aparecen aún muy lejanos, la posibilidad de superar la barrera de las 1000 victorias está más cerca. Mucho más que en 2013.

En la temporada pasada el helvético no sólo perdió puestos en el ránking sino también confianza. Sólo ganó un título por primera vez desde 2000 y las lesiones en la espalda hicieron desaparecer la precisión de sus golpes, su potencia de piernas y la concentración en momentos claves.

Sin embargo, en el inicio del 2014 Federer los borró. Pese a tener 32 años y haber ganado todo lo que se puede aspirar decidió cambiar. Sumó a su equipo a Stefan Edberg, modificó su raqueta, ganó potencia y recuperó la memoria. El Roger nuevo se parece más al antiguo.

Ese que ya es el hombre récord de Grand Slam ganados con 17 y ha cosechado registros casi insuperables como sus 302 semanas en el número uno del mundo, sus casi 80 millones de dólares en ganancias y sus 24 finales ganadas de forma consecutiva.

Recuperado de sus molestias y con buenas sensaciones va por más. La próxima distinción podría caer pronto. El suizo pudo lograrlo antes de Australia pero falló en la final de Brisbane ante Lleyton Hewitt. Con un título más desplazará del tercer lugar a John McEnroe entre los tenistas con más trofeos: Ambos tienen 77.

Federer sigue sumando números y amenaza con recuperar su mejor nivel esta temporada. El tenista de 32 años dejó atrás un 2013 plagado de problemas y parece disfrutar el presente, demostrando que el final de su carrera es algo todavía lejano. Entonces pese a perder, se va lleno de aplausos.