Felicidad total en Italia. Un partido intenso, difícil y de gran nivel propio del fútbol europeo, se vio hoy en Brasil.

Ambas escuadras llegaban plagadas de dudas tras los amistosos previos a Brasil 2014, sin embargo no se demoraron más de diez minutos en disiparlos y protagonizaron en Manaos un duelo a la altura de dos ex campeones del Mundo.

El primero en mostrar sus cartas fue Inglaterra. La escuadra de Roy Hogdson sumó rápidez y verticalidad con Raheem Sterling y Daniel Wellbeck y complicó a la “Azurra” en el comienzo. Tres disparos de media distancia pudieron darle la ventaja. Sin embargo el reemplazante de Buffón, Salvatore Sirigu y la mala puntería lo evitaron.

Italia siempre controló el balón pero carecía de profundidad. La lentitud en la transición al ataque convertía el buen toque de los italianos en algo predecible y les costaba acercarse al arco defendido por Joe Hart.

Pero la eficacia estuvo de su lado, Claudio Marchisio tomó un balón fuera del área y con un violento disparo rasante rompió el empate y abrió el camino para el equipo de Cesare Prandelli a los 34 minutos.

Aunque la celebración no duraría mucho y los ingleses reaccionaron en su mejor faceta: de contragolpe y en los pies de la dupla del Liverpool. Sterling levantó el centro desde la izquierda y Daniel Sturridge sólo tuvo que empujar la pelota en el centro. Era el 1-1 a los 36′.

Tras el descanso el escenario era el mismo que en los primeros 45 minutos. Los británicos buscaban desnivelar apelando a los tiros de media distancia e Italia no cedía en su intención de crear por el centro a través del eje de Pirlo-Marchisio y Verrati.

Pero el gol de la victoria llegaría de cabeza. Candreva ganó por la derecha, miró a Balotelli en el área y el “Nene” no falló, sacándose la rabia del gol perdido en el primer tiempo, que Jagielka había evitado en la línea. Era el 2-1 final.

Italia se replegó después y aunque los británicos lo intentaron el marcador no se movería más. La “Azurra” se sumó así a Costa Rica en la cima del Grupo D del Mundial, mientras que Inglaterra deberá enfrentar a Uruguay en una verdadera final: el que pierde quedará fuera.