La muerte de 19 bomberos este domingo en la lucha contra un incendio fuera de control en la comunidad montañosa de Yarnell, al noroeste de Phoenix, Arizona, constituye la mayor tragedia de este tipo en los últimos 80 años en Estados Unidos.

Además fue el día más mortífero para los bomberos estadunidenses desde los ataques terroristas de 2001.

El incendio, que ha arrasado con unas 200 viviendas de la comunidad de Yarnell, es el más mortal de los incendios forestales desde 1933, de acuerdo con una lista de la Coordinadora Nacional de Incendios Forestales de Estados Unidos.

Un total de 25 bomberos murieron cuando un incendio arrasó una zona al este de Los Angeles en 1933.

“Todo nuestro equipo se perdió”, dijo el jefe de bomberos de la ciudad de Prescott, Dan Fraijo. “Hemos perdido 19 de algunas de las mejores personas que jamás conocerás. Ahora mismo, estamos en crisis”.

La tragedia mató a cerca del 20 por ciento del cuerpo de bomberos de Prescott, indico Fraijo. Solo un miembro del equipo que no estaba con los otros integrantes, se salvó, preciso.

Mike Reichling, vocero de la División Forestal del Estado de Arizona, dijo que los 19 bomberos fallecieron aun cuando todos ellos desplegaron sus refugios de protección temporal, unas bolsas de material resistente al fuego que forma parte de su equipo para utilizarse como último recurso en caso de emergencia.

Algunos de los cuerpos de los bomberos fueron encontrados dentro de sus “refugios” y otros fuera de los mismos.

Las autoridades convocaron a una conferencia de prensa para el mediodía de este lunes a fin de dar detalles de cómo murieron los bomberos y la investigación que está en marcha para determinar las causas de la tragedia.

“Este es el día más oscuro que puedo recordar en Arizona al sufrir la pérdida verdaderamente inimaginable de 19 bomberos forestales”, dijo la gobernadora Jan Brewer en un comunicado.

“Pueden pasar varios días más antes de que una investigación revele cómo ocurrió esta tragedia, pero la esencia ya la sabemos en nuestros corazones: la lucha contra los incendios es un trabajo peligroso. El riesgo es bien conocido por los hombres y mujeres valientes que ponen sus equipos y hacen batalla contra los bosques y las llamas”, indicó.

“Cuando una tragedia como esta nos pega, lo único que podemos hacer es ofrecer nuestra gratitud eterna a los caídos, y oraciones por las familias y amigos que quedaron atrás. Que Dios los bendiga a todos “, señaló la gobernadora

Brewer dijo que planea visitar la zona este lunes y podría convocar a la Legislatura a una sesión especial para proporcionar fondos de emergencia para las víctimas.