Merkel ve incierto el éxito de la iniciativa en Ucrania
Todavía no está claro que la ofensiva diplomática dirigida a resolver la crisis en Ucrania vaya a tener éxito, dijo el sábado la canciller alemana, Angela Merkel, que advirtió que no hay garantías de alcanzar un acuerdo.
A su regreso de una serie de reuniones de última hora en Kiev y Moscú, Merkel también dejó clara su oposición a la entrega de armas al gobierno ucraniano.
Merkel no dio detalles sobre las propuestas que se han barajado en los últimos días, y que tenía previsto comentar en una llamada telefónica el domingo con el presidente ruso, Vladimir Putin; el presidente ucraniano, Petro Poroshenko y el presidente francés, François Hollande.
La urgente ofensiva diplomática se produjo conforme crece la ansiedad occidental por el aumento del conflicto y con las sanciones golpeando aún más la economía rusa. Más de 5 mil 300 personas murieron desde el inicio de los combates en abril, según Naciones Unidas, y el derramamiento de sangre se ha disparado en las últimas dos semanas.
El resurgir de los combates llevó a Estados Unidos a considerar el envío de armas letales a Ucrania, una opción a la que se oponen las naciones europeas.
El objetivo de los negociadores es elaborar un documento conjunto para aplicar un plan de paz aprobado el pasado septiembre en Minsk, Bielorrusia. El documento ha sufrido reiterados incumplimientos.
“Este conflicto no puede resolverse por medios militares”, afirmó Merkel en la Conferencia de Seguridad de Múnich. “Ahora es aún más importante trazar los pasos sustanciales para llenar de vida el acuerdo de Minsk”.
Sobre las negociaciones, la canciller dijo que “es incierto que tengan éxito, pero desde mi punto de vista y el del presidente francés, en cualquier caso merece la pena hacer este intento” .
La líder alemana admitió que por ahora, su experiencia de acuerdos incumplidos sobre el terreno ha sido “desilusionante”.
Cuando se le preguntó si había alguna garantía de que un nuevo acuerdo no sufriera ese mismo destino, respondió que “no hay ninguna garantía teórica”.
“Tras estas experiencias, soy muy cauta con las garantías”, dijo. “La garantía sólo puede ser cumplir con lo que se ha acordado, pero la respuesta no puede ser no buscar más acuerdos. Por supuesto que tenemos que intentarlo una y otra vez, al menos yo así lo creo”.
Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, dijo que “sinceramente” espera que el último impulso diplomático “produzca resultados, y esos resultados se vean apoyados por las partes en este conflicto”.
Tan pronto como Kiev y los separatistas del este de Ucrania acuerden detalles prácticos para aplicar el documento de Misnk, señaló, “estoy seguro de que Rusia estará entre las partes que garantizarán la aplicación de este acuerdo”, dijo Lavrov en la conferencia. “Pero sólo pueden garantizar lo que ya se ha conseguido”.
Estados Unidos y otros países occidentales acusan a Rusia de suministrar tropas y equipamiento a los separatistas del este de Ucrania, que llevan desde abril luchando con las tropas ucranianas. Rusia rechaza la acusación.
Merkel dijo “dudar mucho” que proporcionar armas letales a Ucrania fuera buena idea, haciéndose eco del temor que provoca en Europa que la maniobra, que algunos han propuesto en Estados Unidos, sólo empeore la situación.
“El problema es que no puedo imaginarme una situación en la que una mejora del equipamiento del ejército ucraniano lleve al presidente Putin a quedar tan impresionado que crea que va a perder militarmente”, dijo. “Tengo que decirlo con esa franqueza”.
Lavrov criticó las “crecientes peticiones en Occidente de que… se llene Ucrania de armas letales e implicarla en la OTAN”. “Esta posición sólo exacerbaría la tragedia de Ucrania”, aseguró.
El secretario general de Naciones Unidas, Jens Stoltenberg, señaló que la alianza en sí misma no tiene armas y cualquier decisión de enviar armamento a Kiev es un asunto de sus estados miembros.
“Hay una discusión en marcha ahora entre los aliados de la OTAN”, comentó. “Eso forma parte de ser una alianza de sociedades democráticas abiertas”.
Merkel celebró una reunión telefónica a tres bandas con Poroshenko y el vicepresidente es Estados Unidos, Joe Biden, tras intervenir en la conferencia.
Al evento en Múnich también acudió el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.