Mauricio Macri asegura que ya hay “brotes verdes” en la economía argentina
La Casa Rosada busca mejorar su calificación crediticia a través del Club de París.
Desde hace unas semanas, ministros y altos funcionarios del Gobierno de Mauricio Macri afirman que en Argentina ya han aparecido los primeros “brotes verdes”. Se refieren así a algunos datos como el repunte de préstamos personales (3,6% respecto a agosto) o la venta de coches, que subió un 7,3%. El escenario que maneja la Casa Rosada -si estos brotes prosperan- apunta a cerrar el año con una caída de la economía del 1%, cifra más optimista que la de organismos como el Fondo Monetario Internacional que vaticinan un descenso del 1,8%.
“Toda la economía dejó de caer en el tercer trimestre”, afirmó el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat Gay la semana pasada en la 64ª Convención de la Cámara Argentina de la Construcción. Dicho sector ha sido uno de los más castigados en el último año con desplomes consecutivos en cuatro trimestres llegando a sumar una caída de más del 20 por ciento anual. A juicio del titular de Finanzas, la tendencia se está revirtiendo con cifras como el rebote del 5% en la producción de cemento en el tercer trimestre del año. Para ello, tal y como recordó Prat Gay, el Ejecutivo ha hecho una elevada inversión inyectando más de 3.000 millones de dólares en obra pública.
Los brotes verdes que ve el Gobierno son una parte de la fotografía completa. Así, entre otras cifras, la inflación sigue sin encontrar techo -subió un 1,1% en septiembre y coquetea con cerrar 2016 en el 40% interanual- y el desempleo ha vuelto a ascender (hasta el 9,3% en el segundo trimestre). Pero más que ver el vaso medio lleno o medio vacío, la figura de los brotes verdes en sí es una manera de alentar al potencial inversor, una marca que ya se usó antes en otras partes del mundo.
La expresión fue acuñada por primera vez por el ministro de Finanzas inglés, Norman Lamont, a principios de los noventa. El responsable de finanzas de Margaret Tatcher quiso auspiciar así un repunte de la actividad económica que finalmente se vio truncada por la crisis de la Libra de 1992. El testigo lo cogió el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en 2008 para pronosticar el comienzo del fin de la recesión de la economía estadounidense. Meses después era la ministra española de economía, Elena Salgado, la que hacía uso de los brotes verdes para hablar de un final de crisis que aún a día de hoy es objeto de debate, lo que supuso una desacreditación de la expresión en la prensa internacional.
Crece la confianza empresarial
Ese fue uno de los puntos en agenda del 52º Coloquio Anual Idea, que se celebró la semana pasada en Mar de Plata. El encuentro reunió a dirigentes públicos y privados de los sectores más relevantes de la Argentina que compartieron sus diagnósticos. Según fuentes consultadas, ocho de cada diez empresarios esperan un 2017 ?mucho mejor que este año?.
También se trataron de algunos problemas como las barreras para acceder al crédito y la visión internacional de inseguridad jurídica que se tiene en el exterior del país. En esta línea, el ministro de Hacienda, Prat Gay, en la gira que este mes realizó por Washington pedía una mejora en las calificaciones crediticias. “Nos parece que como mínimo tiene que mejorarse la calificación, y el día de mañana estamos dispuestos a discutir plazos más amplios”. Se refería a la deuda contraída con el Club de París, un pasivo que suma 9.650 millones de euros y del que se han pagado hasta el momento unos 2.470 millones.