Mahmoud Abbas presenta el nuevo gobierno de unidad palestina
La jura del nuevo Gobierno de unidad, 17 ministros seleccionados por su valía profesional más que por su adscripción política con una tarea: llevar las riendas de Gaza y Cisjordania durante los seis próximos meses, atender las necesidades diarias de los palestinos hasta que se convoquen nuevamente elecciones presidenciales y legislativas que acaben con las actuales estructuras de poder. Los tres nuevos ministros que son de Gaza no pudieron acudir a la ceremonia porque Israel les denegó el permiso para salir de la franja.
Abbas ha proclamado al hilo de la ceremonia: “Hoy declaramos el fin de la división que ha causado un daño catastrófico a nuestra causa”, informa Reuters.
Concluyen así tres años de negociaciones entre los partidos y milicias palestinos, que cuajaron en los acuerdos de El Cairo, en 2011, y de Doha, en 2012, un tiempo en el que los acercamientos y las rupturasentre ambas partes se han ido sucediendo sin aparente fin. Durante los últimos años Al Fatah ha estado al frente del gabinete que gestionaba Cirsjordania y Hamás ha liderado el que gestionaba la franja de Gaza.
Las divergencias eran muchas y por eso la tensión ha llegado hasta el último momento, hasta que el presidente Mahmud Abbas convocaba esta mañana temprano a una brevísima comparecencia en la que ha anunciado la puesta de largo del nuevo equipo. El primer ministro, Rami Hamdallah, del partido Al Fatah (el mismo de Abbas) se mantiene en el cargo, ocupando además la sensible cartera de Interior, que debe encarar la reforma de las fuerzas de seguridad palestinas para integrar a los brazos armados de Hamás o la Yihad Islámica. Hamdallah también se encargará temporalmente del Ministerio de Presos, una cartera que desaparece y que ha sido el foco esencial de desencuentro entre Fatah y Hamás en las últimas horas.
Esta primera fase de acercamiento entre las facciones, separadas física y políticamente desde 2007, cuando Hamás se hizo a la fuerza con el poder en Gaza tras ganas las elecciones legislativas de 2006, se comenzó a desarrollar a finales de año y cristalizó el pasado 23 de abril con un acuerdo que, más allá del nuevo equipo y las elecciones, incluye una mayor integración de las partes en la OLP y liberaciones de presos de unos y otros, en la franja y en Cisjordania, como signo de buena voluntad.
Israel ya ha anunciado que cortará todos los lazos con este nuevo gabinete
No obstante, este era el paso sencillo, lograr un grupo de tecnócratas que intenten movilizar la maquinaria electoral manteniendo cubiertas las necesidades básicas de la población. Lo complicado es llegar a esos comicios, algo en lo que hay escasas esperanzas en ambas partes. El temor al ascenso del contrario, las divisiones internas de cada facción –“Ya no se sabe con quién hablar en Gaza”, decía un diputado de Fatah, explicando las diferentes sensibilidades entre sus hasta ahora adversarios- y cuestiones por solventar como el reconocimiento de Israel como Estado de pleno derecho y el abandono total de la violencia como medio para alcanzar los derechos de los palestinos ensombrecen los meses por venir.
Israel ya ha anunciado que cortará todos los lazos con este nuevo gabinete, salvo los estrictamente necesarios para mantener la seguridad de su propio territorio, ya que entiende que Hamás o la Yihad son organizaciones terroristas, que es como también las catalogan la Unión Europea y EEUU.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha insistido reiteradamente en que Abbas ha elegido “el terrorismo por encima de la paz” y por eso interrumpió por completo los contactos con el equipo negociador palestino a pocos días de que, el 29 de abril, se acabase el plazo inicial de nueve meses que las partes se dieron para redactar un borrador de acuerdo, que ponga fin a 66 años de conflicto. Por ahora Israel no ha hecho públicas nuevas represalias ante la puesta de largo de los nuevos ministros, aunque se anuncian como “inminentes”.
Reflejo de las tensiones, esta misma mañana, un portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, insistía en que no había acuerdo total sobre el equipo, que el anuncio de Abbas de que hoy se iba a aprobar era “unilateral” y que además incluía una “puñalada por la espalda” que era la eliminación de este ministerio, “imprescindible” para su formación. “Nuestra postura final es que no hay acuerdo hasta que no se solucione este punto”, amenazó. Sin embargo, minutos antes de la comparecencia de Abbas en la Mukata, su palacio presidencial de Ramala, su colega Salah Al Bardawill aseguraba que los flecos pendientes se habían subsanado. El hecho de que Hamdallah se quede con las competencias de la cartera hasta que se busca otra salida les ha convencido. Lo que no querían es que quedase bajo el paraguas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que era la primera propuesta de Abbas.
“Han cedido”, indican fuentes de Hamás en Gaza. “Nosotros estamos satisfechos con el Gobierno”, añade un miembro de Interior. Minutos más tarde, y después de que hasta Al Aqsa TV, el canal de Hamás en Gaza, emitiese en directo el acto de juramento, el Movimiento de Resistencia Islámico emitió una nota en la que daba la “bienvenida” a la coalición “de todos los palestinos”. “Este Gobierno marca el fin de nuestras disputas”, ha garantizado Abbas, por su parte.