El flamante nuevo presidente argentino, Mauricio Macri ordenó retirar de la Casa Rosada todos los cuadros de la “Galería de los patriotas latinoamericanos” que habían colgado allí los Kirchner y eran un de los hitos simbólicos del Gobierno anterior. Entre ellos están los que más chocaban con el propio Macri, como el del venezolano Hugo Chávez o el expresidente argentino Néstor Kirchner, que tenían un lugar de honor desde el que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner solía lanzar sus discursos a los miles de militantes concentrados allí para escucharla. También desaparecen de la Casa Rosada cuadros de otros personajes muy alejados del liberal Macri como el argentino Ernesto Che Guevara, el chileno Salvador Allende, Juan Domingo Perón y varios líderes indígenas o revolucionarios. Todos los cuadros, que se han bajado con discreción para evitar polémicas, serán trasladados al museo del Bicentenario, que está pegado a la propia Casa Rosada.

Esta decisión drástica de Macri forma parte del proceso acelerado de acabar con los símbolos del kirchnerismo. El presidente también ha ordenado cambiar los billetes, de los que desaparecerá la imagen de Evita Perón para poner allí varios animales típicos de Argentina. Una de las primeras cosas que ha hecho Macri ha sido la de cambiar su propio despacho. Ha quitado los cuadros de los próceres argentinos -“esto no es un despacho, es un museo”, señalaba el propio presidente a EL PAÍS en una entrevista reciente- para poner cuadros modernos y fotografías de Buenos Aires.