LyD: “Valdés debiera rayar la cancha en materia de institucionalidad, la discusión no se puede desbordar”
LyD: “Valdés debiera rayar la cancha en materia de institucionalidad, la discusión no se puede desbordar”
Para subdirectora de LyD, es fundamental conocer la postura del sucesor de Arenas sobre el proceso de reformas y su impacto en el crecimiento.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, cumple una semana en su cargo. Para muchos, su llegada vino a dar un segundo aire a Teatinos 120, tras el desgastante proceso de discusión y puesta en marcha de la reforma tributaria, que lideró Alberto Arenas, en medio de una desaceleración del crecimiento que se fue asentando en el país.
La subdirectora de Libertad y Desarrollo (LyD), Rosanna Costa, comparte esta visión, pero señala que “la luna de miel” no será eterna y, por lo mismo, está a la espera de las decisiones que adopte el nuevo jefe de las finanzas públicas.
“Este espacio no va a ser muy largo”, afirma la directora de Presupuestos de la administración Piñera. ¿La razón? La cantidad de reformas significativas y de mucho impacto, por su alcance y los sectores económicos que se ven involucrados -especialmente al momento de tomar decisiones de inversión- necesitan pronto de una postura clara por parte del secretario de Estado.
- En su primera semana en Hacienda, el ministro Valdés se ha mantenido en silencio. ¿Qué lectura hace de esto?
- Al corto andar, todos estamos esperando los pronunciamientos del ministro de Hacienda y, por lo tanto, más temprano que tarde tiene que revelar cuál es su mirada en distintos proyectos, que sin ser de su cartera tienen un impacto en el crecimiento.
- Pero la mayoría coincide en que hubo un cambio en las expectativas tras la llegada de Valdés…
- Las expectativas por cierto mejoraron, pero son un proceso. Están alerta y a la espera de estos pronunciamientos, se alimentan y retroalimentan con lo que esperamos que sean las decisiones (…) Efectivamente se produjo un cambio, hay expectativas favorables, pero en un corto plazo tienen que concretizarse en algo más tangible, las expectativas no son etéreas, tienen que ver con cosas reales.
- ¿Y más allá de las reformas?
- Todos sabemos hoy día que además de otros factores, las expectativas políticas están afectando duramente la tasa de crecimiento, la inversión está mal. Él ha señalado que va a implementar reformas con crecimiento, pero esto debe concretarse en señales más que en una frase.
La presidenta hace poco, en cadena nacional, puso sobre la mesa el tema constitucional (…) Hay una serie de materias, los equilibrios macroeconómicos, por ejemplo, que no son indiferentes a los cambios constitucionales que se hagan. Ahí es fundamental que si él (Valdés) quiere controlar expectativas, haga un “rayado de cancha” en términos de qué pasa con la institucionalidad y hasta dónde llega (la reforma), qué es lo que está sobre la mesa, cómo se resguardan esos valores.
- Pero que Valdés esté ahora en Hacienda para enfrentar el proceso de reformas, ¿lo ve como una buena señal?
- Hay una expectativa positiva, que está ahí, a la espera, y que si no hay un pronunciamiento claro al respecto se va a diluir. Quiero reforzarlo de la siguiente manera: las reformas que estamos enfrentando son muy significativas para todos los sectores económicos, aguas, laboral.Ya tuvimos la tributaria -que tiene problemas operativos severos- y ahora viene en materia constitucional, salud, etc. Estamos involucrando a todos los sectores.
La gente votó por las reformas, por lo tanto, uno tiene claro las áreas donde hay que hacer cambios, pero tienen que ser cambios como se leyeron. El tema no es comunicar mejor las reformas y por eso que más temprano que tarde tiene que haber un pronunciamiento en términos de la prioridad del crecimiento dentro de la agenda del ministro.
¿Qué hacer con las reformas?
- Las últimas cifras de actividad han sido más bien débiles y han sembrado dudas respecto a alcanzar un crecimiento cercano a 3% este año. ¿Valdés viene a despejar esas dudas?
- La gente no empezó a invertir ayer, está expectante, y es difícil revertir un proceso en un año. No es imposible, pero es difícil revertir un proceso así tan rápido. Hay una serie de factores y no sé si esto alcanza para mejorar al 3%. Creo que todavía estamos en un rango entre 2,5% y 3%.
- ¿Lo que ahora está en juego más bien son las bases del crecimiento para 2016?
- Claro, que igual venía bastante flojo. Primero, el crecimiento de largo plazo no se sustenta solo con expectativas, hay que hacer cosas concretas y son las que hay que ver. Segundo, tienen que evitarse aquellas cosas que están afectando negativamente el crecimiento; y tercero, esto no se puede sustentar con gasto fiscal, ya lo vimos en 2009, cuando cayó la economía.
Hoy día todo lo que tenemos es gasto fiscal, esa no es la receta, y más bien estamos alimentando un potencial desequilibrio. Esa es otra área que sí es de la cartera de Valdés y que tiene que mirar.
- Si Valdés confirma que el crecimiento será el foco de su gestión, ¿cómo debería enfrentar el proceso de reformas? ¿Debería buscar que se baje el ritmo de las mismas?
- Él debiera rayar la cancha en materia de institucionalidad, la discusión no se puede desbordar. Uno espera un debate técnico, él puede hacer un aporte técnico relevante en los contenidos y volver a la discusión de cuál es el objetivo de cada reforma y cuál es el mejor instrumento para lograrlo, y que sea consistente con el crecimiento. Y ese es el debate que uno espera construya y ponga sobre la mesa el ministro en los consejos de gabinete.
Por lo pronto, el lunes (hoy) empieza el debate por el proyecto laboral y estamos todos a la espera de qué es lo que hará en esa materia. Es un tema que tiene alto impacto -que en mi opinión, no está bien orientado- y donde además todas las indicaciones hechas lo han deteriorado. Sabíamos que el (ex) ministro Arenas no era partidario y había dejado fuera del debate la negociación interempresa y esperamos que Valdés mantenga esa postura, porque introducirla sería muy complejo para el desarrollo de los mercados.
También esperamos que haya una conversación técnica sobre los alcances de las propuestas que están sobre la mesa y que nos focalicemos más en los objetivos que en los instrumentos.
“Se debe aislar al SII de la política”
La continuidad de Michel Jorratt como titular de Servicios de Impuestos Internos (SII) se ha transformado en un dolor de cabeza para Hacienda. Costa se abstiene de hacer comentario y solo subraya que el actual director fue recién ratificado por la presidenta. “Uno se encuentra con un SII que se muestra dividido y conflictuado y al que se le muestra tensionado desde la política, y eso es muy malo para la economía, porque la administración tributaria tiene que ser neutra”, se limita a decir.
Subraya que sí es una mala señal para cambios como los que se está haciendo con el Sernac, al pasar decisiones sancionatorias que hoy toma Tribunales a una autoridad que puede ser objeto de presión política. “Esa imagen es urgente cambiarla alineando al Servicio, aislándolo de la política, de verdad, eso es fundamental. Cómo lograrlo, no sé, pero es fundamental”, concluye.
“Hace rato que está faltando un orden fiscal”
- Valdés destaca por ser un hombre de cifras, técnico. ¿Cómo cree que va enfrentar el tema de las cuentas fiscales, el mayor gasto actual y el desafío de llegar al balance estructural en 2018?
- Lo que yo echo de menos, y lo hago desde la reforma tributaria y todavía no está sobre la mesa, es un simple ejercicio de proyección de ingresos, proyección de gastos comprometidos y cómo se inserta cada una de las reformas, año en año, con esos ingresos.
Cuantó suma y si hay o no espacio tanto para estos cuatro años como para los que vienen, porque hay temas que van a quedar pendientes y que implican un cuantioso financiamiento.
La reforma tributaria tiene en 2017-2018 una recaudación plena, pero a fines de este período estaríamos con el 70% de la educación superior gratuita y el mayor costo es lo que falta. Eso es un orden fiscal que hace rato que está faltando.
Vamos a ver cómo se pronuncia Rodrigo Valdés, pero él debería aclarar que el gasto fiscal no garantiza crecimiento y la forma de buscar crecimiento no es vía gasto fiscal.
- Se deberán sincerar las cifras.
- El ex ministro Arenas había esbozado que para 2016 probablemente seguía el déficit del 1%, ese es un pronunciamiento que él debiera tener, porque parte de la reforma tributaria era para llegar al equilibrio fiscal.
Si ese espacio que nos hace falta de la convergencia entre ingresos y reformas no da, a lo mejor tiene que sincerarlo, pero uno esperaría que el Ministerio de Hacienda no se hubiese equivocado, porque cuando se hizo el debate y se apuró la reforma tributaria, se supone que estaba el ejercicio hecho.
Eso tendría que sincerarlo el ministro, esa es una de sus tareas iniciales también. Más que sincerarlo, la palabra es presentar este ejercicio, hacerlo, validarlo y mostrarlo.
- ¿Queda descartado entonces continuar con el ritmo actual de gasto fiscal el próximo año?
- Eso tiene que decirlo el ministro. Lleva sólo una semana en el gobierno y, como decía, más temprano que tarde tiene que pronunciarse concretamente en muchas cosas que van a ir marcando cómo ve este énfasis en el crecimiento y cómo piensa lograrlo y esas señales rápidamente el mercado las va a absorber.
- Pero se va a enfrentar a un escenario fiscal más bien estrecho, sin duda…
- Hasta ahora, lleva una reforma implementada de alto costo, falta educación superior que es muy cara, estamos viendo carrera docente. O sea, es el minuto de verlo, aunque yo partiría de la base que el ejercicio estaba bien hecho y, por lo tanto, se puede transparentar rápidamente; y eso tranquilizaría dudas en el mercado, respecto al financiamiento de las reformas.