Reforma Tributaria ha generado gran incertidumbre en los sectores productivos de nuestro país. Según expertos, medidas como el alza del impuesto de primera categoría de 20% a 27% afectará a empresas de todos los ámbitos, pero hay sectores tales como la industria inmobiliaria, energía y minería que recibirán un mayor impacto debido a medidas específicas.

“La Reforma Tributaria -junto a otros factores tales como la crisis de países europeos, desaceleración de China, y judicialización de mega proyectos en Chile- han provocado una creciente incertidumbre y una baja en la inversión. Esto podría afectar al sector infraestructura/construcción y, en especial, al energético y minero, donde ya se han paralizado cerca de un 52% de los proyectos entre 2012 y 2014″, comenta Sebastián Aldunate, jefe del área de Ingeniería de la consultora Hays.

En ese sentido, sostiene que  una baja en la cantidad de proyectos energéticos y mineros no sólo aumenta los costos de energía, si no que puede provocar una baja en la demanda de profesionales.

“Esta baja demanda usualmente lleva a los profesionales a interesarse por otras industrias menos afectadas, lo que incluso podría tener un efecto positivo al equilibrar los salarios, históricamente muy desiguales producto de las altas remuneraciones relacionados a la industria minera”, dice Aldunate.

Por otro lado, la industria inmobiliaria también verá afectada por la reforma, debido al alza en los costos por la eliminación de las 225 UF de crédito especial para la construcción de viviendas sobre 2.000 UF.

Luis Landa, socio de RSM Chile Auditores, considera que “se debería esperar con mayor cautela iniciar nuevos proyectos de viviendas sin acceso al crédito. Eventualmente, la mano de obra que no sea utilizada en los proyectos de mayor valor se trasladaría a unos de menor valor; todo dependerá de cómo se comporte el efecto dominó que tendrá la baja de actividad en otras industrias y su impacto sobre la demanda en las viviendas”.

Efecto en pymes

Las pymes, en tanto, se verán afectadas por los cambios tributarios, impactando directamente en el empleo, ya que son éstas las que entregan un 75% del empleo privado, dice Daniel Durán, consultor de Hays, quien recalca que “el impacto más significativo es la eliminación del FUT, por tanto, las empresas deben buscar nuevos mecanismos de financiamiento con tasas más elevadas y con menor posibilidad de contratar más personas”.

En definitiva, todos estos sectores productores de bienes y prestadores de servicios “han actuado con mayor conservadurismo ante la toma de decisiones de inversión, por lo que muchos proyectos se han detenido a la espera de que se termine esta incertidumbre”, señala Arturo Farías, jefe de carrera de Contador Público y Auditor de la Universidad del Pacífico.

Al respecto, el asesor de Clapes, Juan Bravo asevera que “las consecuencias de un menor crecimiento económico son lamentablemente pagados con mayor fuerza por los trabajadores de nuestro país. En efecto, en sólo un trimestre hemos visto una destrucción de casi 60 mil puestos de trabajo, en donde los empleos de mayor calidad (bajo el amparo de la ley, con protección social, jornadas completas) han caído mucho más que eso, pero ha sido contrarrestado en parte por un fuerte aumento de los empleos de mala calidad (sin contrato, sin todas sus cotizaciones, subempleos, etc.)”.

Agrega que “en el mismo periodo los salarios reales se han desacelerado con fuerza, pasando de crecer a una tasa anual de 2,5% en febrero de este año a sólo 1% en mayo. El empleo en sectores como la construcción y actividades inmobiliarias ha comenzado a contraerse en términos anuales, reflejando los efectos negativos de esta fuerte caída de la inversión que vive el país”.

Una opinión muy distinta es la que tiene Hernán Pape, académico Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Central, quien indica que, en el corto plazo, la reforma no debiera tener un mayor impacto en el mercado laboral de los sectores que afectará.