Las fuerzas ucranianas se defienden por tierra y aire ante prorrusos de Slaviansk
La ofensiva ucraniana contra los bastiones insurgentes prorrusos en el este del país se atascó hoy en víspera del encuentro en Varsovia entre el nuevo presidente ucraniano, Petró Poroshenko, y su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama. Las fuerzas gubernamentales no han logrado vencer la resistencia de los rebeldes en las regiones de Donetsk y Lugansk cuando se cumplen casi dos meses de sublevación y los muertos ascienden ya a 181, sin contar las bajas de la jornada de hoy.
La ciudad de Slaviansk está siendo el escenario de los más violentos combates, según informan medios ucranianos y rusos, que dan cuenta de que las fuerzas de que Kiev está bombardeando desde el aire las posiciones que se cree que ocupan los insurgentes. Los separatistas aseguran haber derribado un avión de guerra, un helicóptero y varios tanques ucranianos, pero estas informaciones no han sido confirmadas.
En un intento de recuperar la iniciativa, el Ejército ucraniano lanzó esta madrugada un ataque contra la irreductible localidad de Slaviansk (Donetsk) con la ayuda de varias columnas de tanques y vehículos blindados. “En la zona de Semiónovka (en las afueras de la ciudad), varios disparos con lanzagranadas de los terroristas impactaron en nuestros blindados, que resistieron”, escribió en su Facebook el ministro de Interior de Ucrania, Arsén Avákov.
Según el ministro, las tropas ucranianas destruyeron varios puntos de control y fortificaciones erigidas por los milicianos en los accesos a esta ciudad de poco más de cien mil habitantes. Mientras, en la vecinaKramatorsk, fuerzas ucranianas y milicianos bien pertrechados combaten desde anoche en las inmediaciones del aeródromo militar.
Avákov ha pedido a los habitantes de Slaviansk y de las vecinas Kramatorsk y Krasni Limán que no salgan de sus casas para que su vida no corra riesgo y que “no se acerquen a las posiciones donde se concentran los terroristas”. A su vez, la aviación ucraniana destruyó hoy un campamento y varios puestos de control de los rebeldes prorrusos en Lugansk, según el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov.
“Esta mañana fueron liquidados muchos terroristas que se encontraban en un campamento que habían levantado en un polígono industrial en las afueras de Severodonetsk” en la región de Lugansk”, dijo. Por otra parte, los rebeldes han vuelto a rodear la comandancia de la guardia fronteriza no lejos de la frontera rusa, donde ayer murieron cinco milicianos al intentar asaltar la unidad, por lo que un nuevo ataque podría ser inminente, según medios locales.
Un día más, el balance de víctimas es amplio y difícil de corroborar. “En total, en las regiones de Donetsk y Lugansk han muerto 181 personas, entre ellas 59 militares, como resultado de las acciones antiterroristas”, anunció hoy el fiscal general del país, Oleg Majnitski, en rueda de prensa.
Al borde del estado de guerra
Según medios locales, Poroshenko podría declarar el estado de guerra en las regiones rebeldes tras ser investido como presidente el sábado próximo, en un intento de facilitar la labor de las fuerzas gubernamentales. No obstante, el desánimo también cunde entre la población como demuestra el hecho de que decenas de personas han bloqueado una unidad militar en la región occidental de Lvov para impedir la movilización de reclutas a las zonas de combate.
Los insurgentes aseguraron hoy que ocho personas murieron ayer en el edificio del Gobierno regional en Lugansk debido a un bombardeo aéreo, lo que ha llevado a algunos políticos locales a demandar una investigación internacional. No obstante, las autoridades mantienen que lo que sucedió fue una explosión accidental al estallar un proyectil que los milicianos intentaban lanzar desde tierra para derribar un caza ucraniano que sobrevolaba la ciudad.
Apoyo estadounidense
Poroshenko, quien ganó en la primera vuelta las elecciones presidenciales del 25 de mayo pasado, viajó hoy a Varsovia para reunirse el miércoles con Obama y con el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski. El nuevo líder ucraniano abordará con Obama la marcha de la operación militar contra las milicias prorrusas y le expondrá sus planes de reforma política y administrativa y los problemas estructurales de la alicaída economía nacional, muy necesitada de ayuda financiera exterior.
Washington apoyó desde un principio la ofensiva contra los bastiones prorrusos en Ucrania al tiempo que acusa a Rusia de hacer la vista gorda al suministro de armas a los separatistas. Poroshenko está a favor de la integración de Ucrania en las instituciones occidentales, para lo que tiene intención de firmar en breve un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea que fue rechazado por el depuesto presidente Víktor Yanukóvich. El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, asistirá el sábado a la ceremonia de investidura de Poroshenko en la plaza de la Independencia de Kiev, epicentro de la resistencia contra Yanukóvich.