Las dos Coreas cancelan a última hora su encuentro para rebajar la tensión
En la reunión fijada para el miércoles, Pyongyang exigía un ministro surcoreano y Seúl también había pedido al Norte un funcionario de mayor rango
Poco han durado las esperanzas de diálogo entre las dos Coreas. Si hace dos días acordaban celebrar mañana miércoles en Seúl su primera reunión ministerial en seis años, este martes han decidido cancelarla a última hora. Según informa la agencia Yonhap, el motivo ha sido la discrepancia sobre el rango de los participantes en este encuentro.
Cuando ambas delegaciones se intercambiaron esta mañana las listas con sus nombres y cargos en el puesto fronterizo de Panmunjom, el régimen estalinista de Pyongyang protestó al ver que la misión surcoreana iba a estar encabezada por Kim Nam-shik, viceministro de Unificación. «El Norte amenazó con suspender el encuentro a menos que el Sur enviara a un ministro como jefe de su misión», explicó el portavoz de dicha cartera, Kim Hyung-suk.
El domingo, el Gobierno de Seúl propuso mandar al ministro de Unificación, Ryoo Kihl-jae, con la condición de que Pyongyang enviara a un funcionario del mismo nivel, que sería Kim Yang-gon, responsable del Departamento del Frente Unido del Partido de los Trabajadores norcoreano. Pero el joven dictador Kim Jong-un no ha atendido dicha petición y ha nombrado jefe de su delegación a Kang Ji-yong, director del Comité para la Reunificación Pacífica de Corea. Un cargo que, a juicio del Ejecutivo surcoreano, está uno o dos rangos por debajo de su viceministro.
Asuntos pendientes
Finalmente no ha habido consenso y ambas partes han cancelado la reunión, echando por tierra las expectativas de que se habían propuesto retomar el diálogo para rebajar la tensión. Aunque la jefatura de las delegaciones puede parecer un asunto menor, la suspensión del encuentro vuelve a poner de manifiesto el pésimo estado que atraviesan las siempre complicadas relaciones entre las dos Coreas. Especialmente después de la escalada bélica protagonizada durante los últimos meses por el régimen que dirige Kim Jong-un, quien en febrero detonó su tercera bomba nuclear y en marzo y abril elevó el tono de sus amenazas al declarar el estado de guerra y cerrar el polígono industrial de Kaesong, que ambos países gestionaban de forma conjunta en plena frontera del Paralelo 38.
Precisamente, uno de los asuntos a tratar en el encuentro anulado era la reapertura de las fábricas de Kaesong, donde un centenar de empresas surcoreanas tenían contratados a más de 50.000 trabajadores del Norte. Además, en la reunión se iban a abordar otros proyectos de colaboración entre las dos Coreas que han sido abandonados durante los últimos años, como los reencuentros de familias separadas desde la guerra y el complejo turístico del monte Kumgang, en el Norte, clausurado después de que un militar matara en 2008 a una turista surcoreana que había salido del mismo y entrado en una zona militar. Pero todos estos asuntos tendrán que esperar hasta que Seúl y Pyongyang acuerden quiénes son los negociadores que, paradojas de la diplomacia, tendrán que poner luego de acuerdo a ambos países.