Las AFP y el Gatuperio político….
Columna de Cristian Labbé Galilea.
La ceremonia de inauguración de los juegos olímpicos nos permitió abstraernos por algunos minutos de la compleja realidad que vive nuestro país. Cómo no, si desde un país tan convulsionado como Brasil se envió “urbi et orbi” un mensaje de paz, de tolerancia y de amistad. Privilegiando una dimensión humana, teñida de colorido y música, Rio 2016 nos mostró la altura que pueden alcanzar los sueños cuando se piensa con corazón y se actúa con disciplina.
Pero como nada es para siempre…. Bastaron dos minutos de comerciales para que los noticieros nos trajeran de vuelta a la cruda realidad… (“Los sueños, sueños son”). Las AFP para allá, las AFP para acá, “no a la AFP estatal”, “hay que volver al pasado…”, suma y sigue: todos opinan, nadie parece entender nada, y mucho menos los afectados.
El tema no es fácil: si es complejo para técnicos y especialistas y ha sido difícil para países grandes y desarrollados, es posible suponer lo que ocurre con un país como el nuestro, que no crece, que muestra una evidente desaceleración y que se distingue por andar como el camarón (para atrás…), mientras miles de jubilados y por jubilar comprueban que por largo tiempo las cosas no van a cambiar: seguirán en la miseria y tendrán que resignarse a vivir la indignidad de una vejez pobre.
¿Cómo dar más si se tiene menos?, ¿cómo mejorar las pensiones ahorrando menos? Una fórmula mágica que nadie ha descubierto y me temo que no será descubierta en el corto plazo. ¡Hay que subir las cotizaciones!, ¡hay que retrasar la edad de jubilar!, ¡hay que subir el pilar solidario!, ¡hay que aumentar los impuestos! ¿Quién quiere pagar más impuestos?, ¿quién quiere trabajar más años en su vida?, ¿quién quiere reducir sus beneficios? Nadie. Por lo mismo, hay que ser… “olímpicos”
Si es cierto que no hay mal que dure cien años, uno debiera pensar que pronto se encontrará remedio para este mal que se arrastra por tanto tiempo, pero se nos olvida que la incapacidad de este gobierno para abordar con éxito los problemas que afectan a la sociedad actual… es absoluta.
Después de comprobar cómo lo han hecho en salud, educación, seguridad, transporte público y para qué seguir, uno debería ser muy ingenuo para pensar que tendrán la capacidad de gestión que requiere enfrentar este tema con algún grado de éxito.
¿Es muy ambicioso que una persona normal aspire a envejecer dignamente, en su casa, con sus cosas, con moderada autonomía, evitando transformarse en una sobrecarga para sus cercanos? ¿Tendrán los municipios (como me tocó vivirlo por años) que seguir supliendo esta deficiencia con caritativos proyectos sociales que más se asemejan a limosna que a un sistema de protección del adulto mayor para sacarlo de una mísera vejez?
Está claro que mientras nuestras autoridades no asuman que la única forma de mejorar el sistema y aumentar las pensiones es… generando un crecimiento económico que permita ingresos dignos y remuneraciones justas, nada bueno va a pasar, y mientras eso no ocurra… el sistema de pensiones y en particular el debate sobre las AFP seguirán siendo un “gatuperio” (entiéndase bolsa de gatos) político, económico y social, donde todos maúllan soluciones fáciles y rasguñan populismos de todo tipo, sin conseguir otra cosa que aumentar un barullo de intensidad cada vez mayor, convertido aceleradamente en una maraña de movilizaciones que solo generan desgobierno, inestabilidad y destrucción. ¡Pobreza!