La Seguridad: Un problema de la Política Partidista
Cuando analizamos el tema de seguridad en Chile, debemos primero que nada analizar los factores básicos que se deben considerar a resguardar para el bienestar de la población.
Entre los elementos vinculados al bienestar y desarrollo de una nación podemos mencionar, según el orden de importancia que le queramos dar, la Salud como el primero, y el segundo la Educación, como los dos elementos que en complemento son la base para generar el equilibrio en el bienestar y desarrollo de una nación, y que a través del desarrollo y propuestas de ideas se traducen en Trabajo, como la fuente laboral que permite el sustento económico de las personas para satisfacer sus necesidades básicas y aquellas otras que sean posible de alcanzar según los objetivos de cada individuo en forma independiente y en relación a su escala de valores. Los tres elementos mencionados no son posible de sustentar por sí solos en el tiempo, si no cuentan con el resguardo necesario para proteger que no se vean afectados por elementos extraños que perturben el bienestar y desarrollo de las personas, y ese resguardo se relaciona en forma directa con el cuarto elemento o factor que es la Seguridad. Por tanto, resulta plenamente justificada la inversión en dicha área. En Chile, han sido los propios Presidentes de la República quiénes en los diferentes gobiernos han manifestado que mientras duren sus respectivos mandatos, la salud, la educación, el trabajo y la seguridad, serán parte prioritaria de la agenda gubernamental y del presupuesto de la nación.
Si analizamos en forma específica, el resultado de las políticas y acciones de los diferentes gobiernos desde los años 80 a la fecha en el combate a la delincuencia en sus diferentes expresiones, vemos que los resultados no son los esperados y que por el contrario la percepción de inseguridad ha crecido aun cuando circulan algunos informes que dicen lo contrario, y más aún, considerando que en la actualidad la inseguridad de la población ha sobrepasado al conocimiento tradicional de la actividad delictual hacia el nivel de las amenazas multidimensionales.
Los desafíos que tienen los futuros gobiernos, para poder enfrentar estas crecientes amenazas multidimensionales que dicen relación con el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo, la migración ilegal, organismos que no respetan las normativas de protección del medio ambiente, el cibercrimen, el anarquismo insurreccional y societal, etc., son de una complejidad muy grande, por la interrelación de un sinnúmero de factores como la globalización en sus aspectos negativos, y otros que influyen tanto en su gestación como en su expansión a nivel nacional, y que trae aparejado posibles vinculaciones con organizaciones criminales internacionales y narcoestados de la Región. Estos desafíos no son de responsabilidad directa de Carabineros de Chile o de la Policía de Investigaciones (PDI), ni de la necesidad de refundar éstas, independiente que sea necesario redefinir en algunos aspecto el enfoque y objetivo de algunas unidades especializadas para enfrentar estas amenazas, por cuanto se requiere de la voluntad política tanto de los gobiernos y poder legislativo para dictar leyes claras y certeras, que den las atribuciones necesarias para que las policías actúen conforme a derecho y con el respectivo resguardo legal para sus funcionarios.
Por otro lado, el mal llamado estallido social del 18 de octubre de 2019, y digo mal llamado porque esto fue la confabulación máxima, de un conjunto de expresiones de tipo anarquista insurreccional queriendo destruir todo por destruir, una expresión de anarquismo societal de carácter político en busca de poder, delincuencia en su máxima expresión, y terrorismo con daño no sólo a la propiedad pública sino que también a la privada, dejó al descubierto las falencias de prevención y falta de capacidad de reacción de las diferentes instituciones involucradas para enfrentar este tipo de amenazas multidimensionales. En relación al párrafo anterior, en mi opinión personal el verdadero estallido social ocurrió el 25 de Octubre de 2019, con la marcha pacífica que convocó en forma transversal y según algunas estimaciones, a más de tres millones de personas de todos los rangos etarios y de diferentes estratos sociales, y con gran cantidad de jóvenes y adulto jóvenes entre 20 y 40 años, esto es muy significativo porque fue la expresión de disconformidad más auténtica sin sesgos políticos del malestar de la población, respecto de las políticas de gobierno, de la clase política partidista en general y del cansancio de tantas promesas incumplidas, fue el mensaje más claro de desapruebo a los políticos y a todos los gobiernos tanto pasados como el actual de la mala gestión de sus políticas sociales en general tanto de salud, educación, trabajo, seguridad social y resguardo de la integridad de las personas.
Si los gobiernos futuros, no dan la prioridad necesaria para resolver los temas sociales que aquejan a la población en todos sus aspectos, y además, la clase política no deja de lado su ambición ideológica y no reconocen los fenómenos reales y evidentes de las amenazas a la seguridad, no contarán con la tranquilidad interna de un sociedad equilibrada para enfrentar los grandes desafíos de la seguridad multidimensional.
Por último, el tema de la Seguridad Nacional que involucra la Seguridad Interna y la Defensa Nacional, requiere de un análisis y comentario que considere una gran cantidad de variables complementarias, y para enfrentar este tema del punto de vista de una solución estratégica adecuada, se requiere también, del compromiso y la voluntad política de las autoridades de gobierno y legislativas de todos los sectores políticos, para dar respuesta real y eficiente con respecto del empleo de las capacidades de las Fuerzas Armadas de Chile.
Christian Taras Barra
Asesor Nacional e Internacional en Seguridad Integral
Licenciado en Ciencias en la Administración de Empresas Ingeniero Comercial
Contador Auditor Máster en Marketing y Gestión Comercial
Magíster (c) en Seguridad, Defensa y Relaciones Internacionales