El secretario general de la alianza militar occidental, Jens Stoltenberg, explicó que buscan “reforzar la presencia extranjera en el Este con cuatro robustos batallones multinacionales”, tras discutirlo en una reunión en Bruselas con los ministros de Defensa de los países miembros, informó la agencia de noticias EFE.

La de este martes fue la última reunión ministerial de la OTAN antes de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno en Varsovia, el próximo 8 y 9 de julio, en la que los líderes de los países miembros tienen que aprobar formalmente la serie de medidas acordada para reforzar su presencia militar a lo largo de la frontera con Rusia.

Ya se convino en el despliegue de los cuatro batallones multinacionales y, por el momento, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania se ofrecieron para liderar tres de ellos. Canadá podría ser el cuarto líder, aunque todavía no dio una respuesta definitiva.

“La disuasión es la mejor manera de evitar una guerra”, explicó Stoltenberg ante la prensa para defender el despliegue masivo de soldados.

“La OTAN no busca una confrontación, sino un diálogo constructivo con Rusia, pero defenderemos a nuestros aliados ante cualquier amenaza”, agregó.

Desde el derrocamiento del ex presidente ucraniano y aliado del Kremlin, Vicktor Yanukovich, en febrero de 2014 por un levantamiento popular y el inicio de un levantamiento de milicias separatistas pro rusas en el este de ese territorio, la tensión militar entre Moscú y la Unión Europea (UE) volvió a escalar en la región.

Por eso, poco después de que Stoltenberg hiciera el anuncio, el director para Cooperación Europea de la Cancillería rusa, Andrei Kelin, calificó la decisión de la OTAN como “un refuerzo muy peligroso de fuerzas militares cerca de nuestras fronteras”, según informó la agencia de noticias local Interfax.

Esa decisión “exigirá medidas de respuesta por nuestra parte”, advirtió el funcionario ruso.

Desde hace meses, la OTAN y Rusia protagonizan una carrera armamentística en la región.

La OTAN instaló el 12 de mayo pasado en el sur de Rumanía componentes del varias veces anunciado escudo antimisiles, diseñado y financiado por Estados Unidos, pese a las advertencias y protestas de Rusia, que lo considera un desafío para la estabilidad regional.

Meses antes, la alianza militar occidental había acordado, además, formar y desplegar equipos de despliegue rápido en Europa del este para estar listos frente a eventuales “crisis”.

Moscú, por su parte, anunció este año la creación de tres nuevas divisiones de infantería mecanizada que tendrán sus bases en las regiones de Smolensk, en la frontera con Bielorrusia, y las de Voronezh y Rostov, fronterizas con Ucrania. Hace dos semanas comenzó a desplegarlas.