Absolutamente desesperados están los taxistas que hasta poco tiempo atrás, eran amos y señores del transporte alquilado en automóviles. La llegada a Chile de las aplicaciones de internet UBER y CABIFY, que consisten en personas que se inscriben para trasladar con sus autos ( de buena calidad y estado ), a  personas con precios pagados vía online y “sin sorpresas desagradables” para los usuarios.

Este “comercio informal”, si bien no es regulado por el Estado, se ha convertido en un buen negocio para quienes han puesto sus autos a disposición y la evaluación de los usuarios, es excelente ya que generalmente los vehículos son muy buenos autos, buenas marcas, no bi colores y conducido generalmente por jóvenes universitarios o profesionales jóvenes que buscan generar mas recursos alternativos.

En Cabify señalan que su servicio no es ilegal y aseguran que los pasajeros están aún más protegidos comparados a un taxi común. “Nosotros no somos una competencia para el transporte público, de hecho buscamos ser un complemento y es importante aclarar que somos una empresa de transporte privado. Ofrecemos un servicio privado que está regulado por el decreto 80 del Ministerio de Transportes y nosotros lo único que hacemos es permitir la conexión entre los usuarios y los conductores, nuestra aplicación no tiene nada de ilegal”, explicó Agustin Guilissti, gerente general de Cabify.

Uber: para ser considerado “socio-conductor” se les exige  ”papel de antecedentes, hoja de vida del conductor y de licencia de conducir. Además los usuarios evalúan al conductor con un sistema de estrellitas del 1 al 5, cualquiera que baje de 4,5 queda inmediatamente fuera. Así de exigentes somos”, comentó Carlos Schaaf, gerente general de Uber Chile. Ambos resaltaron los seguros comprometidos que están detrás del servicio y destacaron que cuando los pasajeros han olvidado sus pertenencias en los autos, normalmente vuelven a su dueño “gracias que tenemos totalmente identificado tanto al conductor como el pasajero”.