Kiev rechaza la presencia de los separatistas en la mesa de negociación
Los insurgentes de Donetsk crean su propio Parlamento y redactan una constitución.
El proceso negociador para Ucrania impulsado por Europa y apoyado por Rusia nació muerto tras la negativa de Kiev a aceptar a los separatistas en la mesa redonda celebrada en la capital.
«Estamos dispuestos al diálogo, estamos dispuestos a escuchar a todos, pero para hacerse escuchar no es necesario disparar, robar y ocupar edificios», afirmó Alexander Turchínov, el presidente interino ucraniano, quien adelantó que «en relación con aquellos que con las armas en las manos intentan declarar la guerra a su propio país e intentan dictar la voluntad de otro país, tomaremos medidas de acuerdo con la Constitución. Tendrán que responder ante la ley». Tampoco los separatistas están por la labor de acudir a Kiev hasta que el gobierno interino retire sus tropas de Donetsk y Lugansk, exigencia que cada día repiten los dirigentes rebeldes desde el inicio de la «ofensiva antiterrorista».
Esta primera mesa redonda sobre la situación en el país – a la que fueron invitados los ex presidentes ucranianos Leonid Kravchuk yLeonid Kuchma, los candidatos a los comicios presidenciales del próximo 25, dirigentes de administraciones regionales y locales, representantes del clero y empresarios- se produjo 24 horas después de que sietesoldados perdieran la vida en una emboscadade las milicias prorrusas en las proximidades de Kramatorsk, en la provincia de Donetsk.
La mesa de negociación nacional es uno de los apartados clave de la hoja de ruta propuesta por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que contaría el apoyo expreso del Kremlin y que también recoge el desarme y la celebración de elecciones como puntos clave. Este último apartado no está nada claro ya que los separatistas han llamado al boicot del proceso presidencial y aseguran que en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk no se abrirán las urnas.
Mayor presencia paramilitar
El diplomático alemán Wolfgang Ischinger es el mediador, una elección que refuerza el papel de Alemania como país europeo que lidera este nuevo esfuerzo por lograr la paz tras el fracaso de la cumbre de Ginebra. El jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, se encuentra de visita oficial en Ucrania donde expresó su deseo de que los separatistas prorrusos accedan a desarmarse para que se relaje el ambiente en el país antes de las elecciones del 25, un deseo alejado de una realidad que lo que refleja es el aumento diario de la presencia de paramilitares que ya son visibles hasta en las calles de la capital.
La autoproclamada «República Popular de Donetsk» (RPD) anunció ayer la creación de su propio órgano legislativo, que en su primera reunión aprobó un proyecto de Constitución para esta región prorrusa que proclamó su independencia de Ucrania, informa Efe. «Hemos formado un Consejo Supremo con 150 diputados. Durante la primera reunión se decidió crear un Consejo de Seguridad y se aprobó un proyecto de acta constitucional», aseguró Miroslav Rudenko, copresidente de la república separatista, a la agencia rusa Interfax.
Coincidiendo con el final del ultimátum a las fuerzas de seguridad ucranianas, a las que se dio 48 horas para jurar lealtad a la RPD tras la proclamación de independencia del lunes, un grupo de insurgentes prorrusos bloqueó una unidad militar a las afueras de Donetsk, según denunció el ministerio del Interior. Es el primer movimiento de estas características en la provincia y recuerda a la estrategia de Crimea, donde todas las bases militares ucranianas fueron rodeadas hasta lograr su rendición.