Como cada 29 de marzo en todo el país se efectuaron diversas actividades conmemorativas en el marco del Día del Joven Combatiente. Sin embargo, la jornada del sábado culminó con varios disturbios en algunas comunas de la capital, un bus del Transantiago completamente quemado y un carabinero herido a bala.

Las primeras manifestaciones comenzaron a eso de las 21:00 horas en la emblemática Villa Francia, en la comuna de Estación Centra, lugar en donde perecieron los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo a manos de agentes del régimen militar en 1985.

Encapuchados encendieron barricadas y quemaron neumáticos. Hasta el lugar acudió Carabineros, quienes se enfrentaron con los manifestantes e intentaron mitigar las llamas con el carro lanzaaguas.

Como medida preventiva, cortaron el tránsito en algunos puntos de Estación Central, concretamente en la calle 5 de abril.

En medio de los enfrentamientos, un vehículo de prensa de El Mercurio recibió impactos de bala sin que se registraran trabajadores heridos. Distinta situación vivió un equipo de Chilevisión, pues uno de sus camarógrafos fue alcanzado por un perdigón, debiendo ser trasladado de urgencia hasta un recinto asistencial.

Cuando el reloj marcaba las 23:00 horas, Carabineros informó que proyectiles hirieron al cabo segundo Richard Leyton en un brazo en la población Los Morros, comuna de San Bernardo. Rápidamente se le trasladó hasta el hospital institucional para ser estabilizado.

Pasada la medianoche los desórdenes persistían en Villa Francia y algunas viviendas perdieron el suministro eléctrico.

Transcurridos los primeros minutos del día domingo, seis personas figuraban detenidas, conforme a lo indicado preliminarmente por las autoridades.

La policía permanecerá resguardando la seguridad en la Región Metropolitana hasta el amanecer.

Destruyen bus del Transantiago

En la comuna de La Granja, a eso de las 22:30 horas, un grupo compuesto por aproximadamente 10 encapuchados interceptó un bus del Transantiago que circulaba con pasajeros.

Estos últimos y el chofer fueron obligados a abandonar la máquina, la cual rociaron con bencina para luego encenderle fuego.

El vehículo fue completamente consumido por las llamas. Eso sí, ninguno de los pasajeros ni los transeúntes que evidenciaron el ataque resultaron heridos.

La situación, además, obligó a que la empresa Alsacia –operadora de varias líneas del servicio de transporte capitalino- ordenara el retiro de todas sus máquinas de la ciudad.