Publicado En: Lun, jul 27th, 2015

Increíbles camuflajes y los sistemas de defensa de las orugas

Es cuestión de buen ojo y paciencia. Pero si sales a buscarlas, te encontrarás con muchas orugas dispuestas a utilizar un curioso arsenal de estrategias para evitar ser atacadas por sus depredadores.

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Estas larvas han fascinado al fotógrafo Samuel Jaffe desde que era niño.

“He criado orugas toda mi vida. Las traía del jardín a la casa desde que tenía cuatro años y mis padres las encontraban en reptando por ahí y no sabían por qué”, le dice Jaffe a BBC Mundo.

Cuando comenzó a tomarles fotografías en 2008, Jaffe se sorprendió de la reacción de la gente. Nadie tenía idea de que estas extrañas criaturas vivían aquí, dice. Y fue esta reacción de sorpresa lo que lo impulsó a seguir con estos retratos.

¿De dónde viene este interés por las orugas? Las orugas tienen algo muy especial: son organismos juveniles (mariposas o polillas en su estado de larva). Y por esta razón no tienen que preocuparse por encontrar pareja o luchar por un territorio como lo harán luego de adultos, explica Jaffe. Su única preocupación es defenderse de los depredadores y por eso desarrollaron mecanismos de defensa increíbles.

Esta necesidad de defenderse es la que lleva a las orugas a desplegar un variado arsenal de armas que le permiten camuflarse para pasar desapercibidas, como el ejemplar que vemos en esta foto, o parecer peligrosas y poco apetecibles.

Otras adaptaciones asombrosas hacen que algunas orugas inflen su cola para imitar la apariencia de una serpiente. Otras tienen la capacidad de proyectar ácido para hacerle frente a su enemigo. Atraparlas requiere dedicación. Si me ves por el bosque verás a alguien caminando como en un museo: muy pero muy lentamente, mirando cada detalle, dando vuelta hojas…, dice Jaffe.

Aunque a muchas orugas las cría desde cero, atrapando hembras de mariposas o polillas para que pongan huevos, y liberándolas después.

En el Caterpillar Lab de Inglaterra, Jaffe y su equipo tienen la oportunidad de compartir todo lo que saben sobre las orugas con los niños y adultos que visitan el centro. Y, cuando dejan su estado de larvas y se transforman en polillas o mariposas, Jaffe las libera en el bosque.