“GAME OVER” o Referéndum Revocatorio
En el último tiempo me he ido convenciendo de que nuestros actores políticos han perdido la noción de la realidad y han terminado percibiendo la contingencia como un escenario virtual…, donde ninguna situación pasa de ser un dato que en segundos desaparecerá, para ser sustituido por otro al que habrá que recibir con el mismo ánimo: “esperar que pase”. Actitud que me resulta solo comparable con la de un niño que juega abstraído frente a una pantalla de computador, tablet o teléfono inteligente, esquivando obstáculos, buscando recompensas, salvando encrucijadas, sorteando rutas con alto grado de dificultad para acceder a aquellas que más puntos les otorguen, todo esto sin que por ello arriesguen algo más que de pronto aparezca en la pantalla la fatídica sentencia, “GAME OVER”, y si eso ocurre, basta un clic y todo de nuevo.
Por lo mismo, resulta desesperanzador comprobar que las autoridades y los políticos (de todos los colores), como si estuvieran en una situación virtual, no reaccionen frente al desconcierto, la violencia, la anarquía y el descontrol que estamos viviendo en nuestro país. Los atropellos a la ley, los más groseros errores e infinidad de escándalos de lo peor, se suceden a diario en una lista sin término que no pareciera impresionar a nadie en “la clase política.”
Me resisto a creer que tenemos que esperar sufrida y resignadamente a que llegue el momento del GAME OVER. Me resulta inaguantable pensar que mientras eso ocurre la mayoría de los chilenos tengamos que comprobar que recién se ha cumplido la mitad del juego y que aún quedan dos largos años de este entorno en el que nada indica que las cosas pudieran cambiar.
Ante la realidad que estamos viviendo, con un 80% de la comunidad en absoluto desacuerdo con las autoridades que nos gobiernan (tanto del ejecutivo como del legislativo) y donde la legitimidad de los cambios estructurales que se le quieren aplicar a nuestro orden institucional solo cuenta con el 20% de apoyo, lo que no obsta a que se haya iniciado un proceso constituyente de dudosa constitucionalidad…, me pregunto si no llego el momento de convocar al “gran soberano” a un referéndum revocatorio para anticipar, legitima y democráticamente, el término del presente gobierno.
Nuestra democracia representativa muestra, en este sentido, una tremenda debilidad, pues no existe mecanismo alguno que ante situaciones de tan evidente perjuicio para Chile como la actual, permita revocar el mandato que la soberanía popular entregó a las autoridades, lo cual hace imposible generar cambios durante el periodo para el cual fueron elegidas. No hay nada que hacer…, excepto esperar resignadamente.
Por lo mismo, entonces, es que me parece de la mayor importancia instalar en el debate público el tema del referéndum revocatorio, pues sería una gran advertencia al mundo político, cuyos integrantes, instalados en una zona de seguridad y absoluto confort, han abandonado su compromiso con los grandes objetivos nacionales del orden, la autoridad y la justicia, única forma de preservar la libertad, el crecimiento y la convivencia necesarias para lograr el bienestar, la justicia y la paz social.
Debemos inculcar a fondo en nuestros representantes políticos que no basta con ser elegidos y acceder legítimamente al poder, sino que lo que la comunidad les demanda es que mantengan su legitimidad de origen y no se aparten del mandato popular que han recibido, porque si ello ocurriera el soberano les pude decir… GAME OVER.
Cristián Labbé Galilea.