Falleció Gabriel García Márquez a los 87 años.
El mundo literario mundial está de luto. Tras diversos rumores sobre el estado de salud y un eventual cáncer que habría sido desmentido por sus familiares, finalmente el gran Gabriel García Márquez falleció hoy a los 87 años de edad.
El autor de “Cien años de soledad” había estado recientemente hospitalizado a causa de una neumonía que debilitó en extremo su estado de salud, y que infructuosamente buscó superar en su casa de México durante los últimos días.
El deceso de García Márquez fue confirmado por una periodista mexicana cercana a la familia, y luego divulgado por las alertas de medios de comunicación y por autoridades de México y Colombia. “Muere Gabriel García Márquez. Mercedes (su esposa) y sus hijos, Rodrigo y Gonzalo, me autorizan dar la información”, dijo en su cuenta de Twitter Fernanda Familiar.
El escritor había sido hospitalizado a inicios de este mes por un cuadro de neumonía, del que recibió el alta ocho días después, aunque todo indica hoy que la medida, más que ratificar una evolución en el colombiano, buscaba permitirle vivir sus últimos momentos en su propio hogar.
Un “cuadro de deshidratación y un proceso infeccioso pulmonar y de vías urinarias”, fue el diagnóstico emitido por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, y sería el último en imprimirse respecto de una salud que habría venido debilitada desde hace un tiempo.
De ello daba cuenta la vida de retiro que el escritor desarrolló en los últimos años, complementada por rumores que hablaban de demencia senil, y que sus cercanos siempre desmintieron.
Figura inmortal
Gabriel García Márquez nació en la ciudad colombiana de Aracataca, el 6 de marzo 1927. por lo que hacía poco había alcanzado a celebrar su cumpleaños número 87, ocasión en que se materializó su última aparición pública, en las afueras de su casa en México.
Durante su infancia, vivió todos sus primeros años junto a sus abuelos, quienes serían determinantes en su futuro literario. Una vez que falleció su abuelo, el pequeño futuro escritor se fue a vivir con sus padres a Sucre, y dos años después mostró de qué madera estaba hecho, con unos primeros versos humorísticos.
Así, aunque destacó con algunas de las novelas más determinantes de la literatura en español, sus primeros pasos en esta arena vinieron desde la vereda de la poesía, con una colección de piezas que fueron publicadas por primera vez en 1940, en la revista escolar “Juventud”. Esos primeros escritos fueron firmados como “Javier Garcés”.
En 1947 ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Bogotá, donde profundizó su acercamiento a la lectura, y se metió de lleno en un trayecto que no abandonó más: A los 20 años, ya publicaba su primer cuento, titulado “La tercera resignación”, que apareció en el diario “El Espectador”.
El soporte, finalmente, no sería casual, porque desde entonces también iniciaría un recorrido que lo llevaría a su otra gran pasión: El periodismo. García comenzó a colaborar en diarios como “El Universal”, “El Heraldo” y “El Espectador”, del que fue corresponsal en Europa en 1955, el mismo año de edición de su primera novela, “La hojarasca”. Allí apareció por primera vez Macondo, pueblo en que más tarde se desarrollaría “Cien años de soledad” (1967), su obra más importante.
Fue el primer peak de su carrera, la obra que lo puso en boca de todos, y que comenzó a aparecer a cuenta gotas en las páginas de diversas revistas. Tras su publicación, su figura fue simplemente mayor, y marcó uno de los puntos más altos de los dos nombres a los que más se lo ligó: El realismo mágico y el boom latinoamericano.
Pero su camino a la cima había comenzado antes, con obras como “El coronel no tiene quien le escriba” (1961), surgida tras su traslado a La Habana luego del triunfo de la Revolución Cubana.
La cima la alcanzó en 1982, un año después de publicar otra de sus obras cumbre (“Crónica de una muerte anunciada”), cuando la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura por una obra “en la que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente”.