“Estados Unidos no está listo para apoyar un acuerdo de paz en Corea”
El director del Centro de Estudios Norcoreanos en el Instituto Sejong conversa con el diario El País sobre la actual situación en la península
Paik Hak-soon es director del Centro de Estudios Norcoreanos en el Instituto Sejong en Seongnam, una ciudad satélite al sureste de Seúl (Corea del Sur). El organismo, perteneciente a la fundación Sejong, se dedica a la investigación en temas de seguridad, unificación con Corea del Norte y política internacional.
¿Qué piensa de la situación actual de la crisis en la península coreana?
Lo que vemos en las relaciones intercoreanas es básicamente el resultado de la interacción de las políticas de Corea del Sur y Corea del Norte entre ellos, con la influencia y el contexto de las políticas que aplican Estados Unidos y China entre sí y hacia la península coreana. Los líderes de Corea del Norte y Corea del Sur continúan empleando políticas arriesgadas, que, desafortunadamente, es probable que produzcan un resultado negativo para el futuro de las relaciones intercoreanas y de la normalización del parque industrial de Kaesong (en el Norte, cuya actividad está paralizada desde abril). No es de esperar una solución rápida, salvo que los líderes de ambas Coreas comiencen a comunicarse entre sí, por ejemplo mediante enviados especiales, ya sea en secreto o en público, con objeto de comprender las intenciones y las ideas del otro, y los objetivos y la visión del futuro de las relaciones intercoreanas.
¿Cree que el 60 aniversario de la firma del armisticio de la Guerra de Corea puede servir para avanzar en la resolución de la crisis?
No, porque ambas partes no están preparadas para poner fin el estado de guerra en Corea, transformar el armisticio en régimen de paz permanente y normalizar las relaciones. En particular, Estados Unidos no está listo para apoyar un acuerdo de paz en Corea en este momento, que es lo contrario de lo que dice en público. Estados Unidos parece tener y disfrutar de dos intereses contradictorios: un acuerdo de paz en Corea frente a la explotación de los valores geográficos y económicos de Corea. En otras palabras, el acuerdo de paz haría avanzar los intereses de seguridad de Estados Unidos en Corea y Asia oriental, pero al mismo tiempo le privaría de la oportunidad de reforzar su sistema de defensa de misiles contra China, vender gran cantidad de armas a Corea del Sur y continuar manteniendo fuerzas militares en Corea del Sur en el momento de su política de ‘giro hacia Asia’. Además, el exceso de ideología de líderes estadounidenses como George W. Bush y Dick Cheney y esos neoconservadores, manifestada en su política de deshacerse de los países del ‘eje del mal’, deterioró las relaciones con Corea del Norte. Hablando de forma objetiva, el “problema coreano” solo puede ser resuelto curando de forma simultánea la causa de fondo de la enfermedad –es decir, finalizar la Guerra de Corea, transformar el armisticio en régimen de paz y normalizar las relaciones- y los síntomas de la enfermedad –es decir, los problemas nuclear, de misiles y cohetes, los choques navales entre las dos Coreas, las maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur y la oposición vehemente de Corea del Norte a estas con una intensificación de las amenazas de guerra-. Pero muy desgraciadamente, los líderes actuales de Estados Unidos y Corea del Sur, en particular, no están dispuestos a discutir la causa de fondo del problema coreano. No vemos ningún “esfuerzo serio” para curar el problema coreano de una forma más global y fundamental. Y, ¿cuál es la posición de Corea del Norte y China? Durante todos estos años desde que se firmó el armisticio, básicamente han pedido que Estados Unidos ponga fin a la Guerra de Corea y firme un acuerdo o tratado de paz.
¿Es posible reanudar las negociaciones a seis bandas (Corea del Norte, Estados Unidos, Corea del Sur, China, Rusia y Japón) para el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano?
Si, pero las conversaciones a seis bandas no tendrán lugar si Estados Unidos y Corea del Sur no abandonan la política de castigar y dar lecciones al nuevo líder de Corea del Norte desde la perspectiva de sus propias ideas e intereses, ignorando la posición del otro lado, y Estados Unidos y Corea del Norte no se reúnen primero y logran un avance muy importante. En realidad, el proceso de las conversaciones entre seis tiene dos fases: en la primera, Estados Unidos y Corea del Norte mantienen conversaciones bilaterales y logran un gran adelanto; en la segunda, se celebran las negociaciones a seis y los seis respaldan los acuerdos alcanzados previamente por Corea del Norte y Estados Unidos. Sin embargo, lamentablemente, Estados Unidos no está dispuesto a sentarse en la mesa de negociación con Corea del Norte.