La gran amenaza global de una nueva influenza, el COVID-19, provoca que las personas se asusten y vivan del temor a la enfermedad y la muerte, es un tiempo complejo dependiendo de en qué país se vive, porque hay naciones con mayores peligros y otros con no tantos.

Se cierran fronteras, se aíslan ciudades, y otros hablan y hablan sin transmitir nada más que el miedo y la enfermedad del terror. Pero, ¿y hay algo más que hacer? Y la respuesta es SÍ, por supuesto que SÍ.

Hay mensajes espirituales que expresan mensajes muy importantes para días como hoy, por ejemplo: “Te acordarás del día de reposo, y lo santificarás. No harás en él ningún trabajo. Ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que viva dentro de tus ciudades. Por eso yo, el Señor, bendije el día de reposo y lo santifiqué.” (Mandamiento número 4)

Por otra parte, hay mensajes venidos de lo ignoto, del universo, de seres desconocidos, que en contacto con el hombre le han expresado el valor del Amor, del respeto por sí mismo y el inmenso valor del Amor entregado a los demás. Que tenemos algo maravilloso y es la vida en este Paraíso llamado Tierra por lo que debemos cuidarlo, porque es nuestra única casa.

Muchas veces no nos damos cuenta que dentro de lo malo de una peste como este “coronavirus”, en la antigüedad la “fiebre española”, la “peste negra”, etc., que infectó a millones y mató al 30 por ciento de los contagiados en el mundo, y con todos los males que este virus actual provoca, fiebre alta, tos intensa y graves problemas pulmonares respiratorios, nosotros estamos alertas y prevenidos por lo cual debemos cambiar nuestras costumbres de vida, llegando incluso a ese encierro familiar preventivo, y como en los eventos anteriores también pasará.

Hoy podemos y debemos potenciar el estar juntos con conversaciones entretenidas, no con malos ratos o peleas egoístas, sino con conversaciones de igual a igual, escuchando el pensar del otro, debemos ser libres para escuchar música, cantar y bailar con ganas todos unidos, y dejar de lado esa enfermante y controladora tecnología del celular, que nos arranca el tiempo de vida y lo que es peor, el tiempo en familia con los más amados.

Sí, estamos viviendo una oportunidad para ser diferentes, recuperar el contacto con nuestros familiares más cercanos, padres, hijos, abuelos, nietos, hermanos, tíos y tanta persona que debe y puede estar en este inevitable encierro, para con ellos poder conversar, hablar, comunicarnos y ser nuevamente personas libres y no persomáquinas sin alma, decisión ni vida real y para peor asustadas por el terror a la enfermedad.

Muchas personas, en el contactísmo y en la fe, que hay que amarse, sí, AMARSE, Amarse tanto a sí mismo como Amar a los padres, honrarlos, y amar a la pareja y a los hijos, porque eso sí tiene el mayor valor como primer lugar en la vida.

Renovar esta vida que tanto deseamos y necesitamos para ser más felices es vital. Descansar, abrazarnos, dormir y no sólo responder a los horarios, llegando agotados a todas partes y sin deseos de estar vivos para reír, gozar y disfrutar la vida. No, ahora vivimos un tiempo para alterar lo que no nos gusta, vivir lo que sí queremos sin imposiciones, sino con cariño, respeto y valor.

Desde estas humildes líneas, envío al mundo entero un palabra especial que debería ser el sentido habitual cada día de nuestras vidas, les abrazo en ese sentir poderoso que nos hace vibrar emocionados en los momentos más importantes de la vida… amigas y amigos, vivamos el AMOR, en el AMOR, por favor veamos y disfrutemos el Ser y estar.

Nada abstracto, totalmente en serio, la pura esencia del Amor que nos da libertad y la mayor de las fuerzas para enfrentar al mal, a la enfermedad viral y al aislamiento que nos provoca la tecnología, además del miedo impregnado por muchos medios a cada segundo.

Sólo vivamos el AMOR, eso que de verdad nos hace ser especiales y únicos en la existencia y más allá, el AMOR en cada segundo, en cada decisión, el AMOR es más fuerte.

ALBERTO URQUIZA GARCÍA

Ser Humano

Politólogo

Investigador de Fenómenos Anómalos

Director y panelista de televisión.

Escritor

Conferencista y Coaching Profesional