Empresas exitosas que iban a fracasar y lograron salir adelante
“No he fracasado. He encontrado 10.000 soluciones que no funcionan”, afirmaba Thomas Edison, cambiando la percepción que solemos tener hacia el fracaso en el que tanto tememos caer.
En la década de los 90 Apple estaba casi en quiebra, y si no hubiera sido por su rival Microsoft tal vez no habrían podido remontar.
Durante años Apple ha ocupado el puesto de la compañía más valiosa del mundo y sus productos gozan de una popularidad inigualable en el mercado. No obstante, no todo ha ido siempre sobre ruedas para la compañía de la manzana mordida.
Entre 1985 y 1997 todo iba cuesta abajo – los años en los que estaba ausente su fundador, Steve Jobs – y Apple estaba casi en quiebra.
No obstante, Jobs regresó a la empresa y logró darle la vuelta a la situación, recuperando el espíritu innovador que habían perdido. Remontar habría sido difícil si no hubiera sido por Microsoft, que invirtió 150 millones de dólares en acciones de Apple. Se cree que a la compañía de Bill Gates le interesaba que su rival continuara en el mercado para que no se considerarse un monopolio, de ahí el acto bondadoso.
Por su parte, Jobs estuvo rápido al aceptar la ayuda de su rival, una decisión controvertida y criticada por algunos.
En 1996 Marvel estaba en quiebra, y hoy en día produce las películas más taquilleras.
Marvel/Nintendo
Personajes tan famosos como Hulk o Spiderman nunca habrían llegado a nuestras pantallas si Marvel no hubiera logrado salvarse del fracaso.
Entre 1993 y 1996 el valor de las acciones de Marvel cayeron un 90%, la compañía estaba en quiebra y parecía que a los populares personajes de sus comics les esperaba un negro futuro.
Lograron firmar algunos acuerdos durante la década de los 90 que les permitió salir del paso, pero el verdadero salto al éxito lo dieron en 2005 al firmar un acuerdo con Merrill Lynch para producir películas y quedarse con mayor parte de los beneficios.
En 2009 Disney compró Marvel por 4.200 millones de dólares, y vaya que si les ha ido bien: en 2018 la popular película Vengadores: Infinity War ingresó 2.000 millones de dólares en taquilla.
Tras 100 años de recorrido, Converse se declaró en quiebra en 2001
Incluso después de una trayectoria de un siglo, las compañías pueden tambalearse. Fue el caso de Converse, que en 2001 se declaró en quiebra, tras verse obligado incluso a intentar vender el edificio de su sede para reducir la deuda.
Dos años después de entrar en bancarrota, Nike compró la compañía. Desde entonces, Converse ha logrado renacer y sus zapatillas gozan de una enorme popularidad a nivel mundial.
El CEO de Starbucks, Howard Schultz, también se marcó un Steve Jobs y regresó para salvar a la compañía del fracaso.
Las cosas no iban bien para Starbucks en 2008. La compañía era una de las muchas víctimas de la crisis financiera, había crecido demasiado rápido y en 2007 sus acciones habían caído un 42%.
Al igual que ocurrió con Apple y Steve Jobs, el ex-CEO de Starbucks, Howard Schultz, tomó las riendas de nuevo para intentar salvar la situación. Tan solo un día después de asumir su anterior cargo de nuevo, las acciones subieron un 8%.
Shultz se centró en escuchar las sugerencias del público para mejorar las tiendas, entrenar a sus empleados para mejorar el servicio, y darle un enfoque diferente a sus campañas de marketing, centrándose especialmente en las redes sociales. Al parecer, el empresario había aprendido lecciones de otras compañías que lograron resurgir entre las cenizas.
La crisis casi pudo con Chrysler dos veces, y el gobierno tuvo que intervenir en ambas ocasiones para que la compañía saliera adelante.
Chrsyler se vio duramente golpeado por la crisis del petróleo de los años 70.
La situación era tan crítica que el gobierno estadounidense intervino y le dio a la compañía un préstamo de 1.500 millones de dólares.
En la década de 1980 introdujeron coches económicos que le ayudaron a remontar, pero en 2008 de nuevo fue víctima de la crisis. Recibió otra inversión del gobierno, en este caso de 4.000 millones de dólares.
Aún así, se declaró en quiebra en 2009. Sin embargo, afortunadamente lograron que Fiat adquiriera la compañía en 2014 y parece que han salido el bache de nuevo.
2011: El año en el que casi perdemos a Netflix
Con el dominio que tiene ahora Netflix del mercado, parece difícil creer que no hace tantos años la compañía estuvo muy cerca de fracasar.
En 2011 Netflix perdió 800.000 clientes, y sus acciones cayeron casi un 80%, según datos revelados por Entrepreneur. El motivo fue una repentina subida de precios, por la que los usuarios dejaron de confiar en la empresa.
Reed Hastings, fundador de la compañía, aprendió una importante lección: si no escuchas y cuidas a tus clientes, fracasarás. Hicieron caso a las peticiones de sus usuarios y lograron remontar, para convertirse en eel rey del streaming actualmente.
El fracaso es de lo mejor que le podría haber ocurrido a Lego.
En el caso de Lego, estar cerca del fracaso fue lo que finalmente les llevó al éxito.
En 2001 la compañía de juguetes estaba luchando por innovar y destacar en el mercado. Pese a estar consiguiéndolo, la innovación no estaba dándoles dinero, de hecho les estaba saliendo caro.
Habían innovado demasiado, y habían perdido su identidad. Optaron por una estrategia inusual para salvar a la compañía y contrataron a diseñadores que fueran verdaderos fanáticos del producto. Y funcionó.
La lección que aprendieron es que la innovación es importante, pero nunca debe perderse de vista la estrategia. En este caso, el fracaso le permitió a Lego encontrar su identidad.
IBM perdió 5.000 millones de dólares en 1992
En 1992 IBM batía un record, pero no el tipo de record del que una compañía se enorgullece: se convirtió en la compañía estadounidense que más dinero había perdido hasta la fecha, 5.000 millones de dólares.
Remontar supuso despedir a alrededor de 100.000 personas, renovar la cultura empresarial y cambiar la estrategia de marketing. Pero funcionó: hoy en día IBM está entre los titanes tecnológicos más exitosos.
Antes de saborear el éxito, parecía que Airbnb estaba abocado al fracaso.
Pixabay
Como cualquier startup, los fundadores de Airbnb se enfrentaban a grandes dificultades en sus comienzos. No obstante, las cosas iban tan mal que en 2008 parecía que iban a tener que rendirse.
Mientras que tirar la toalla habría estado más que justificado, ese año fueron seleccionados por la acceleradora Y Combinator, y dos años después se convertían en la startup más valiosa que tenían.
Ni falta hace decir que hoy en día Airbnb goza de un éxito envidiable.
Un reportaje de Business Insider