En el vuelo de regreso a Roma tras su reciente gira por Medio Oriente, el Papa Francisco I comparó los abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica con ritos satánicos y prometió una política de “Tolerancia Cero”.

Hablando a periodistas en el mismo avión, Jorge Bergoglio quiso ponerse en sintonía con los muchos católicos que han reaccionado con horror ante los repetidos escándalos de abusos sexuales infantiles por parte de sacerdotes católicos.

Y aunque se trate de palabras muy duras para un Papa -comparar a sacerdotes con el diablo-, habrá no creyentes que digan que no, que la pederastia es algo mucho peor.

Es más, lo que más le echan en cara al Papa argentino es que la mano dura contra los abusos quede, por el momento, en palabras mientras, por ejemplo, no le tembló el pulso para destituir al opulento obispo alemán Franz Peter Tebartz van Elst.

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Encuentro con víctimas

Como apunta Jeremy Bowen, editor de la BBC para Medio Oriente, aunque Francisco lleva menos de un año en el trono vaticano, está claro que quiere ser ambicioso en su papado. ”Se le ve con energía para sus 77 años y sus respuestas a los periodistas sugieren que está convencido de que puede usar su autoridad moral y espiritual como líder de más de mil millones de católicos para convencer al mundo”, comenta Bowen.

El Papa, que ya ha pedido perdón por los abusos sexuales, como primer puente tendido entre el mundo de las meras palabras y el de los hechos, anunció para dentro de dos semanas un encuentro personal con un grupo de víctimas de abusos sexuales.

“Los primeros días de junio habrá una misa con seis a ocho personas que han sufrido abusos. Después tendrán una reunión conmigo. Dos de Alemania y dos de Inglaterra o Irlanda, no estoy seguro. En este asunto tenemos que avanzar, tolerancia cero”, dijo. En cualquier caso, si quiere que los escándalos dejen de seguir haciendo daño a la imagen de la Iglesia sus palabras deberán estar seguidas de acciones. Es decir, esta promesa de “tolerancia cero” tendrá que pasar por castigar a los culpables y a quienes, desde más arriba en la jerarquía, han encubierto sus acciones.

“Relaciones Públicas”

Pero para la estadounidense Joelle Casteix, activista de la “Red de víctimas de abusos de sacerdotes” (SNAP, por sus siglas en inglés), la reunión del Papa con víctimas no pasa de ser un “encuentro de relaciones públicas”.

“No vemos esto como ningún tipo de compromiso porque este el tercer papado que dice que se va a reunir con víctimas. Juan Pablo II se reunión con víctimas, Benedicto XVI también, pero no hemos visto ningún cambio tangible”, le dijo Casteix a la BBC.

Para Casteix, “si el papa Francisco tuviera un compromiso verdadero de proteger a los niños y quisiera que las victimas pudieran hacer cicatrizar sus heridas, lo que haría es tomar estas medidas concretas y no crear comisiones y ofrecerse a reunirse con las víctimas”.

La activista insistió en que ante casos de sacerdotes condenados por abusos sexuales y obispos por encubrirlos, desde el Vaticano no se ha hecho demasiado. Y pone el caso del obispo de Kansas City, Robert Finn, que sigue en su cargo tras haber sido condenado por encubrir los abusos.