Publicado En: Lun, mar 24th, 2014

El G7 suspende su participación con Rusia hasta que Moscú «cambie el rumbo»

En la cumbre de Sochi iba a estar presente Rusia, que además ejercía de anfitriona

Los jefes de Estado y de Gobierno del G-7 han decidido este lunes no participar más con Rusia en reuniones del formato G-8 hasta que Moscú «cambie su rumbo» y el clima vuelva a ser el adecuado.

«Suspenderemos nuestra participación en el G8 hasta que Rusia cambie el rumbo y el clima vuelva a ser uno en el que el G8 pueda mantener una discusión significativa», han declarado los líderes en un comunicado, en el que también confirmaron la suspensión de la cumbre del G8 en la ciudad rusa de Sochi en junio.

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«Nos reuniremos de nuevo en formato G7 en el mismo momento planeado, en junio de 2014, en Bruselas, para discutir la amplia agenda que tenemos juntos», han declarado los líderes de Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, EE.UU., Canadá y Japón.

El G-7, convocado por el presidente de EE.UU., Barack Obama, al margen de la Cumbre de Seguridad Nuclear para tratar de adoptar una posición común frente a Rusia tras la anexión por parte de Moscú de la región autónoma ucraniana de Crimea, abogó también por suspender otras reuniones previstas con Rusia.

En concreto, se refirieron a la reunión de ministros de Exteriores del Grupo prevista para abril en Moscú -bajo la actual presidencia rusa del G8-, y apuntaron que han acordado que sus ministros de Energía «se reunirán para discutir maneras de reforzar nuestra seguridad energética colectiva».

El papel del G-8

Recordaron que el G-8 se reunía por sus «creencias y responsabilidades compartidas», y señalaron que «las acciones de Rusia en las últimas semanas no son consistentes con ellas».

Los líderes también «reafirmaron su apoyo por la soberanía, integridad territorial e independencia de Ucrania».

«La ley internacional prohíbe la adquisición de parte o la totalidad del territorio de otro estado a través de la coacción o la fuerza», han declarado, y subrayaron que tal supuesto viola el sistema internacional.

En ese contexto, condenaron el «referéndum ilegal» celebrado en Crimea en contra de la Constitución ucraniana, y condenaron «enérgicamente» el «intento ilegal de Rusia de anexionarse Crimea» dejando claro que «no reconocen» ninguno de esos dos episodios.

«Reafirmamos que las acciones de Rusia tendrán consecuencias significativas», han enfatizado, y han añadido que «esta clara violación de la ley internacional es un grave desafío al estado de derecho en todo el mundo y debería ser motivo de preocupación para todas las naciones».

En esa línea, apuntaron que de forma individual o colectiva han adoptado sanciones contra Rusia y aquellas personas o entidades responsables, y señalaron que «estamos dispuestos a intensificar las acciones incluyendo sanciones sectoriales que tendrán un impacto cada vez más significativo en la economía rusa», en el caso de que Moscú «continúe la escalada» de tensión.

Por ello, animaron a Moscú a seguir la vía diplomática y a dialogar con Kiev, y mostraron su buena acogida a que Rusia apoye el despliegue de una misión de observación de la OSCE en Ucrania.

Igualmente, aseguraron que se mantienen firmes en su apoyo al pueblo ucraniano, y elogiaron la «ambiciosa» agenda de reformas de sus autoridades.

Por último, calificaron de «central» el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI) para liderar los esfuerzos internacionales en apoyo de la debilitada economía ucraniana, y confiaron en que esa institución logre pronto un acuerdo con Kiev.

Respuesta de Rusia

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha restado importancia este lunes a la negativa de Estados Unidos y sus aliados a celebrar la cumbre de líderes del G-8 e incluso ha especulado con el «agotamiento» de este formato.

«Si nuestros socios occidentales creen que el formato en sí mismo está agotado, nosotros no nos vamos a aferrar a él. No creemos que sea un gran problema si no se reúne» el G-8, ha afirmado Lavrov en declaraciones a la prensa desde La Haya.