El Ejército israelí niega confiscación de 1.300 hectáreas de tierra palestina
La oficina israelí de Coordinación con los territorios (COGAT) negó hoy que el Ejército haya entregado nuevas órdenes de confiscación de tierras en la aldea de Beit Iksa, situada al norte de Jerusalén, como se informó.
En un comunicado enviado a Efe el COGAT precisó que las órdenes entregadas son en realidad la renovación de una confiscación hecha años atrás para levantar el muro que divide la aldea.
“Las informaciones no son correctas. Se trata de la renovación de órdenes que existían previamente, que fue publicada el pasado jueves, y que se refiere a 16 hectáreas y no 1.290 hectáreas) como se dijo”, afirmó.
“Estas órdenes fueron emitidas en el pasado para la construcción de la valla de seguridad y fueron renovadas por la realidad en el ámbito de seguridad que hace necesaria la valla de seguridad”. precisó.
Habitantes de Beit Iksa informaron el sábado a la agencia de noticias local Maan, que las órdenes están firmadas por el responsable militar israelí en la Cisjordania ocupada, Nitzan Alon, y fueron entregadas por soldados en el puesto de control situado a la entrada de la aldea.
Según su relato, en el documento las autoridades israelíes exigían que dejen los terrenos antes del 31 de diciembre de 2017, pues pasarían a “uso militar”
Además, los habitantes de Beit Iksa aseguraban que les habían informado de que el lunes un oficial se personaría en la aldea para explicar qué terrenos son las afectados.
En Beit Iksa viven unas 1.700 personas, en su mayoría refugiados que perdieron su hogar durante la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén Este en 1967.
La aldea ha quedado progresivamente aislada en los últimos años por el muro de segregación israelí y sus habitantes se han visto obligados a huir por las continuas apropiaciones por parte israelí, que según Maan controla ya el 93 por ciento de la localidad.
Gran parte de las tierras han quedado, igualmente, divididas por el muro de separación y sus habitantes no pueden acceder a ellas ni viajar a la vecina Jerusalén.
En sus alrededores, Israel ha construido varios bloques de colonias.
El alcalde de la localidad, Saada al Jatib, explicó a Maan que la entrega de las órdenes de confiscación coincide con el autorización por parte de Israel para la construcción de 244 nuevas casas en la colonia vecina de Ramot, levantada también en tierras confiscadas.
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea (UE) no reconocen la anexión de Jerusalén Este y exigen a Israel que acabe con la colonización y apropiación de tierras, que consideran ilegal y un obstáculo para la paz.