El 66% de los brasileños está de acuerdo con que Rousseff se someta a un juicio político
Los datos surgen de una encuentra realizada por Datafolha. El gobierno de la mandataria está en la mira por el escándalo de corrupción en Petrobras. Ya hay causas abiertas contra 13 senadores, 22 diputados y dos gobernadores en funciones.
El 66 por ciento de los brasileños respalda la apertura en el Congreso de un proceso para el impeachment (juicio político) contra la presidente Dilma Rousseff, de acuerdo con una encuesta publicada hoy por el diarioFolha de San Pablo.
La consulta de la agencia de opinión pública Datafolha muestra que creció un 3 por ciento el número de los brasileños que respaldan el impeachment contra Rousseff, en comparación con un relevamiento realizado en abril pasado.
El mandato de Dilma Rousseff iniciado el 1 de enero de este año concluye el 31 de diciembre de 2018.
Los índices de Datafolha se publican tres días después de un supuesto acuerdo alcanzado entre el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, del Partido Movimiento Democrático Brasileño, y varios congresistas opositores para acelerar la votación por el juicio político contra la presidente.
El mismo sondeo de Datafolha indicó hoy que el rechazo al gobierno de Rousseff, del Partido de los Trabajadores, trepó hasta el 71 por ciento, lo que muestra una suba de 6 puntos frente a otra consulta realizada en junio.
El 38 por ciento de los entrevistados declaró que, más allá de su opinión sobre el impeachment, considera que Dilma Rousseff dejará anticipadamente el gobierno para el cual fue reelegida el 26 de octubre del año pasado.
Entre tanto el gobierno admitió que el escenario político se agravó desde el reinicio de la actividad parlamentaria esta semana, conducida por el opositor Eduardo Cunha, luego del receso de julio.
El ministro jefe de la Casa Civil, Aloízio Mercadante, hizo ayer un llamamiento a “todos los sectores” políticos para un acuerdo nacional frente a la crisis política y económica que afecta al país.
Por su parte, el vicepresidente Michel Temer sostuvo ayer por la tarde que “la crisis es grave”. “Quiero decir que es preciso que alguien tenga la capacidad de llamar a todos los brasileños; porque de lo contrario podemos entrar en una crisis desagradable”, aseguró.