Al menos cinco personas murieron este viernes en Egipto durante enfrentamientos entre la policía y partidarios del derrocado ex presidente islamista Mohamed Mursi, pocas horas antes de que se entreguen los resultados oficiales del referéndum organizado por el régimen instalado por los militares tras el golpe de julio.

Dentro del recuento, un joven de 23 años murió en Fayum, al sur de El Cairo, en disturbios que terminaron con tres personas resultaron heridas, según fuentes médicas locales.

Las otras dos víctimas se registraron en El Cairo, indicaron las fuentes.

Manifestantes islamistas marcharon el viernes -día tradicionalmente marcado por protestas en ese país desde la salida del poder del ex Presidente Hosni Mubarak- en distintos puntos del país. La convocatoria fue lanzada por la llamada “coalición pro-Mursi”, encabezada por los Hermanos Musulmanes.

En Suez, la policía dispersó una caminata con gases lacrimógenos, indicó la agencia oficial Mena. En Ismailiya, más al sur, se registraron refriegas entre partidarios del Mandatario derrocado en julio y uniformados, según responsables de los servicios de seguridad.

En el sector de Alf Maskan, en El Cairo, algunos manifestantes lanzaron fuegos artificiales contra la policía. Durante los disturbios se escucharon aparentes disparos de armas automáticas, y un agente disparó contra los manifestantes con un fusil de combate.

El ministerio del Interior señaló el viernes de noche que 123 personas habían sido detenidas en la capital y otras ciudades del país.

General camino al poder

Las manifestaciones se llevaron a cabo poco antes del anuncio oficial, previsto para este sábado, de los resultados del referéndum constitucional celebrado esta semana.

Recuentos preliminares entregados por autoridades y medios de prensa daban hasta ahora 98% de respaldo a la nueva Carta Magna, un resultado que el gobierno presenta como prueba del respaldo popular al derrocamiento de Mursi.

Al mismo tiempo, la votación se transforma en una suerte de trampolín al poder del general Abdelfatah al Sisi, “hombre fuerte” del régimen establecido tras el golpe, quien vería allanado el camino para quedarse con la Presidencia conforme avanza la transición organizada por las actuales autoridades.

Los Hermanos Musulmanes, violentamente reprimidos desde entonces y declarados “organización terrorista” por el gobierno, llamaron a boicotear la votación.