Dispositivo permite ingresar a cuentas de internet reconociendo el iris
Usuarios de correos electrónicos y redes sociales ya no necesitarán recordar sus contraseñas, gracias a una camarita que les leerá las pupilas.
Cada vez más la era digital obliga a hombres y mujeres a recorar contraseñas, del Facebook, Twitter, Instagram, Homebanking, Sui Guaraní y la lista sigue y sigue, donde el olvido puede ser fatal.
Compañías como Eyelock fabrican dispositivos que identifican el iris para reemplazar el tipeo y el uso del hipocampo -la zona del cerebro que almacena recuerdos- para memorizar largas y a menudo complicadas claves. En una entrevista con CBS, Tony Antolino detalló cómo funciona este lector:
“Miramos en el espejo, se pone azul cuando reconoce a una persona viva, verde cuando la autentica y listo, estoy logueado en mi cuenta de Facebook”, explica el empleado.
El dispositivo cuesta 280 dólares en los Estados Unidos y se llama Myris. Cada vez que el sistema pide una clave, lee la pupila y habilita la entrada a la web que requiere identificación para acceder.
Una tecnología similar es la que ofrece la aplicación 1U, que se promociona con el eslogan “Hay un solo tú”. Esta app es paga y requiere 10 dólares mensuales para utilizar la cámara del smartphone y realizar la identificación facial o de iris que permita el pase sin tener que escribir el password.
Ambas aplicaciones dan garantías con respecto a la seguridad. Según aseguran sus fabricantes, los usuarios reales no pueden ser reemplazados por fotografías, ya que el dispositivo reconoce si se trata de una persona real o no.
Sin embargo, hay algunas cuestiones que hacen que no funcionen en el 100% de las situaciones. Un problema aún sin solución para 1U es la iluminación insuficiente, algo que depende de la situación en que se encuentre el usuario en el momento de querer utilizar el dispositivo. En el caso de Myris, el proceso de reconocimiento puede resultar lento y tedioso si hay que repetirlo.
De todas maneras, está claro que es una cuestión de tiempo. Con estos productos específicos o con otros que los superen o mejoren, el sueño de no tener que recordar decenas de claves a lo largo del día está cada vez más cerca de ser real.