El dictador y violador de los Derechos Humanos venezolano, Nicolás Maduro, recibió un apoyo politizado de la Corte Suprema. Uno de los integrantes del “cuestionado tribunal”, pronunció un discurso politizado donde no habló de legalidad ni constitucionalidad, sino de los “logros políticos” del régimen, perdiendo desde ese momento su legitimidad, ya que fueron palabras políticas ideológicas, completamente alejados de lo jurídico.

Luego, al tomar la palabra, el dictador anunció que exigirá la salida de los diplomáticos de Trump y advirtió que no renunciará al cargo y será presidente por siempre.