Deutsche Bank abandona Chile y 9 países del mundo
El principal banco privado alemán, el Deutsche Bank, anunció que deja de operar definitivamente en 10 países del mundo
La retirada será completa en diez países: Chile, México, Perú, Uruguay y Argentina. Del otro emisferio, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Malta y Nueva Zelanda. En Latinoamérica seguirá presente sólo en Brasil.
En la Argentina, el Deutsche estaba activo desde hace 128 años. Se había convertido en un banco de segundo piso o mayorista desde que, en 1997, decidió vender su negocio minorista, integrado por una red de 48 sucursales, al hoy desaparecido Bank Boston (hoy en manos del chino ICBC Bank).
El Deutsche Bank, el mayor grupo bancario alemán, anunció hoy que se retirará completamente de diez países, entre los que se encuentran Argentina, Chile, México, Perú y Uruguay, dentro de un profundo proceso de reestructuración.
Los otros países afectados por la medida son Dinamarca, Finlandia, Noruega, Malta y Nueva Zelanda, indicó el banco al explicar su reforma en el día en que ha presentado sus resultados del tercer trimestre, con unas pérdidas récord.
El nuevo copresidente de la entidad, John Cryan, anunció asimismo que para 2018 se van a eliminar 9.000 puestos de trabajo netos -aunque no detalló qué regiones y divisiones se verán afectadas- y que se va además a reducir el número de filiales en Alemania, su principal mercado, y en Europa Occidental.
“Les aseguro que esta reducción de puestos de trabajo se hará de una forma justa y en contacto con los representantes de los trabajadores”, señaló.
Este recorte de personal afectará principalmente a Alemania, donde se registrarán 4.000 despidos y se cerrarán 200 oficinas, avanzó en la rueda de prensa Christian Sewing, directivo responsable de Clientes Privados y Empresas.
Además, la entidad rescindirá 6.000 contratos con trabajadores externos, alrededor del 20 % del total, sobre todo en el área informática, con la intención de tener un mayor control sobre este ámbito.
Para 2018 el número de empleados a tiempo completo del Deutsche Bank se reducirá hasta los 77.000, desde los 103.000 actuales, según la entidad, ya que a los 9.000 despidos netos hay que sumar la pérdida de personal derivada de la venta -ya acordada- de la filial Postbank.
Esta reducción de personal supondrá unos costes extra de 3.500 millones de euros para el banco en materia de indemnizaciones y compensaciones.
Cryan explicó que para que el Deutsche Bank vuelva a ser atractivo, es preciso primero tomar “decisiones duras”, que afecta a empleados, filiales y a los accionistas, que no percibirán dividendos ni este año ni el próximo.
El objetivo principal del banco en la nueva era que ha comenzado con el fichaje de Cryan es volver a ser un banco “íntegro y fiable” con “beneficios sostenibles” que incurrirá en menores riesgos y elevará sus estándares de capital.
Los resultados de los dos próximos ejercicios se verán negativamente afectados por la reestructuración del grupo y 2018 será un “año decisivo” para el banco, explicó Cryan.
El Deutsche Bank anunció hoy que entre enero y septiembre perdió 4.647 millones de euros, frente a un beneficio neto de 1.250 millones de euros en el mismo período del año anterior.