DESEAR es tener fe, por Alberto Urquiza
DESEAR ES TENER FE
El Bien y el Mal existen, ambos son reales, pero ambos son diferentes, son el opuesto al otro.
Vivimos el Bien y el Mal con habitualidad.
Por un lado en el Amor, en la bondad, en el hacer el bien, en él ayudar al prójimo, en la sinceridad, en la honestidad, en la alegría del ser y la alegría de compartir el Amor.
Por el otro lado en el egoísmo, en el temor, el miedo, la vanidad, en los celos, en la rabia, en la ira, en la envidia, en el odio, en el desapego del ser y del Amor.
En estos tiempos complejos, el Mal acecha para dominar, para destruir, para engañar, para debilitar a todo ser humano y hacer caer al Bien para incendiar a la humanidad.
Pero el Bien vive, vive oculto y reprimido, pero vive en todos nosotros, en nuestra esencia humana, el el supraconsciente, en el corazón de toda persona, en ti y en mi.
?Pero, y cómo podemos separar el Bien del Mal para hacer lo correcto?
No es fácil.
Se debe rechazar todo Mal aunque sea tentador.
Se debe aislar de uno mismo todo pensar del Mal aunque parezca justo y lógico.
Se debe ser consciente de las tentaciones del Mal, sin aceptar su maldad a pesar de lo lindo que se crea su accionar.
Se debe ver al Mal como tal, sin sus rostros de engaños, y con valor, uno mismo aceptar no caer en el juego mortal del Mal.
?Y como inició este cambio en la vida?
Limpia tu alma de malos pensamientos.
Libérate en tu actuar diario botando los malos deseos de muerte y odiosidad egoísta.
Siente que tus sentidos se alejan del Mal al vivenciar tu Paraíso interior, donde caminas en paz y Amor.
Vibra en una frecuencia esencial, pura, simple y poderosa en el Bien.
Y ahora, al saber la verdad, te FE, esa fuerza determinante dentro de ti. Ten el deseo decidido de triunfar en tu existencia y gana en tu vida, ese es tu objetivo de vida, ganarte a ti desde dentro de ti.
Desea con Amor, desea con transparencia, desea con Libertad, porque desear es tener FE y la FE mueve montañas.
Tu FE unida a mi FE y a la vez unidos a la FE de todos es como cambiamos definitivamente al mundo para el Bien, ese Bien maravilloso en Amor, ese Amor energético e infinito de Dios.
Alberto Urquiza García
Ser Humano