Desarrollan baterías con 400 veces más duración que la actual
La independencia energética en nuestra actual era es un verdadero desafío, incluso sería lo fundamental. Los dispositivos móviles de toda clase como «smartphones», tabletas, relojes inteligentes y numerosos aparatos electrónicos tienen algo en común, la dependencia de una batería recargable fabricadas principalmente en litio, que conforme pasa el tiempo pierde capacidad.
Investigadores de la Universidad de Irvine (California) han hallado, de forma accidental, un sistema que podría conseguir que las baterías duren hasta 400 veces más que los modelos actuales, lo que permitiría revolucionar la industria de la electrónica.
Los investigadores llevan tiempo explorando las oportunidades de aplicar nanocables más delgados que un cabello humano a las baterías, pero sus filamentos son extremadamente frágiles para manipular. Pero han dado resuelto el problema al inventar una batería de nanocables capaz de recargarse más de 200.000 veces, ampliando hasta en un 3.000% los ciclos de carga de las pilas convencionales fabricadas en iones de litio. ¿Quiere decir que es «eterna» e infinita? No como se podría intuir, pero anticipa la llegada de pilas comerciales de gran durabilidad que incluso evitaría su recarga durante la vida útil del dispositivo, tal vez nunca.
Para el experimento han aplicado nanocables con un recubrimiento de oro, del tamaño de una bacteria, y una capa de un gel electrolítico y de óxido de magnesio. El resultado es una combinación resistente y fiable, además de conducir la electricidad de forma estable y cuenta con una «gran superficie» para el almacenamiento y la transferencia de electrones. Además, evitaría el agrietamiento que suele ocurrir en las baterías convencionales cuando se acerca a su ciclo de vida.
Lo curioso de este sistema es que los científicos desconocen la razón del mismo. Los investigadores desconocen, realmente, cómo funciona. «Mya -una de las investigadoras- estaba jugando, y recubrió todo esto con una capa de gel muy fina y empezó a cargarla», explica Reginar Penner, uno de los investigadores del estudio.
«Ella descubrió que únicamente mediante el uso de este gel el ciclo de vida duraba cientos de miles de veces sin perder capacidad», agrega este experto. «Empezamos a someter a los dispositivos a ciclos de recarga y, poco a poco, nos fuimos dando cuenta de que sus baterías no perdían capacidad y todavía no entendemos cuál es el mecanismo», reconoce.